Libertad y seguridad
P. Fernando Pascual
27-6-2023
En diversos momentos de la
historia, hay gobiernos y grupos que han defendido y aplicado una tesis que
merece ser analizada a fondo: para defender la seguridad de la gente, el Estado
puede suprimir ciertas libertades y derechos.
La tesis implica varios
aspectos. El primero: que algunas libertades pueden ir en contra de bienes
importantes en la sociedad. El segundo: que esas libertades pueden provocar
daños e ir en contra de la seguridad de otros o, incluso, del Estado o del
mundo entero.
El tercero es más coyuntural:
la situación presente (una guerra, una sequía, una epidemia, un gran conflicto
entre grupos sociales) exige una intervención fuerte de las autoridades que
implica la supresión de libertades.
Analizar estos y otros
aspectos no resulta fácil, sobre todo porque existen diversas teorías sobre lo
que el Estado pueda o no pueda hacer, sobre los derechos fundamentales que en
teoría nunca podrían ser violados, y sobre el modo concreto de medir los
riesgos que una situación concreta pueda provocar en la gente.
Pero lo que sí resulta fácil
es identificar cómo en algunos momentos de la historia se ha incurrido en
graves errores por los dos extremos: por radicalizar la intervención del Estado
con la excusa de promover la seguridad, o por exaltar tanto la libertad que se
han provocado enormes daños sociales en la gente.
Como ejemplos del primer
extremo podemos recordar las terribles dictaduras de varios momentos de la
historia, de modo especial las del nazismo y del comunismo. En nombre de la
seguridad nacional, o de la revolución social, se impusieron límites a las
libertades básicas a millones de seres humanos, algunos acusados simplemente de
ser potencialmente peligrosos...
Como ejemplos del segundo
extremo podemos recordar la apatía de ciertos gobiernos ante crisis económicas
y su exaltación de la libertad en la economía, hasta el punto de no intervenir
(o de hacerlo tarde y mal) cuando millones de seres humanos perdían su trabajo
y carecían de los alimentos necesarios para su salud.
Encontrar un equilibrio entre
libertad y seguridad no resulta fácil, y ha habido y hay peligros de errores y
abusos en uno u otro lado. Basta con recordar algunas medidas tomadas (o no
tomadas) durante los años de la así llamada pandemia de Covid-19.
Lo que sí resulta importante
destacar, en un mundo en el que existen personas y grupos con un poder
económico y político inimaginable en el pasado, es que debemos estar atentos
para que, con la excusa de la seguridad (con sus respectivos apellidos:
seguridad climática, seguridad ambiental, seguridad sanitaria, seguridad
alimenticia, etc.) se tomen medidas que vulneren gravemente ese valor tan
importante para la vida de cada ser humano: su libertad.