Actividades absorbentes
P. Fernando Pascual
10-9-2023
Hay actividades que absorben
mente, corazón, energías, y casi todo nuestro tiempo.
Pueden ser actividades
recreativas: un juego online, un partido de tenis. Pueden ser lecturas o series
de televisión. O, simplemente, un trabajo que exige la máxima concentración.
Las actividades absorbentes se
comportan, si la imagen es adecuada, como agujeros negros, que “chupan” todo lo
que pueda haber a su alrededor.
Entonces empieza a faltar
tiempo para hacer llamadas a familiares y amigos, para limpiar y poner orden en
la habitación, para compilar formularios que piden desde el ayuntamiento.
Todo gira en torno a esas
actividades que exigen tiempo, y más tiempo, y más tiempo, hasta tiranizarnos y
convertirnos en esclavos.
Hay estudios sobre las
dependencias de sustancias, y los hay también cuando surgen dependencias de
actividades, sobre todo en el mundo digital si ha llegado a convertirse en algo
obsesivo (apuestas y juegos online, redes sociales, etc.).
Además, existen terapias para
que una persona, que ha quedado prisionera de una actividad obsesiva, pueda
recuperar la libertad y restablecer un sano equilibrio en sus decisiones.
La vida de cada ser humano
tiene muchas dimensiones, experimenta muchas “fuerzas” que piden tiempo y
acciones para responder a deseos interiores o a exigencias de otros.
Lo importante es aprender a
lograr un equilibrio armonioso, en el que haya tiempo para todo aquello que
conduce hacia la paz verdadera, hacia la armonía con otros, hacia lo que nos
hace crecer en el amor a Dios y a los demás.
Desde ese equilibrio, será
posible huir de dependencias y ataduras a actividades absorbentes, algunas
inicialmente bien vividas pero luego perjudiciales si nos esclavizan fuera del
orden correcto.
Sobre todo, será posible
descubrir que tenemos tiempo para muchas posibilidades buenas y bellas, en ese
camino terreno que nos orienta hacia la plenitud cuando vivimos según lo único
importante: el amor a Dios y a nuestros hermanos...