Cansancios
P. Fernando Pascual
10-9-2023
Hay muchos tipos de
cansancios: físicos, psíquicos, espirituales, etc.
Los cansancios llegan de
diferentes maneras y con mayor o menor intensidad: por el calor, por una
enfermedad, por la noticia de la muerte de un ser querido, por ciertas
dependencias que nos desgastan continuamente.
Cuando un cansancio entra en
nuestra vida, buscamos maneras para des-cansar, para
recuperar fuerzas y estar disponibles a tantos proyectos buenos.
Buscamos, sobre todo, superar
las causas del cansancio, para que deje de aprisionarnos en formas de parálisis
que nos hunden poco a poco.
Sin embargo, hay cansancios
que triunfan, que nos paralizan, que no dejan ni siquiera espacio para dar un
paso que nos libere de sus ataduras.
En esos momentos, nos resulta
de gran ayuda encontrar a alguien disponible para animarnos, para suplir
nuestra falta de energía, para orientarnos a la curación.
Entre esas ayudas, tenemos
siempre la cercanía de Dios. Cristo mismo nos invita a acudir a Él cuando
estamos cansados y agobiados (cf. Mt 11,28-30).
Desde la ayuda divina, y desde
otras ayudas de familiares, amigos, personal sanitario, podemos romper con las
ataduras del cansancio y recuperar fuerzas para la tarea de cada día.
Luego, cuando ya estemos
fortalecidos, descubriremos posibilidades para dar nuestra mano a otros que
necesitan, como nosotros, encontrar ayuda y consuelo para seguir en el camino
de la vida.