Análisis y generalizaciones
P. Fernando Pascual
21-9-2023
El análisis fluía con
observaciones de gran interés. El articulista supo identificar factores
importantes en la marcha de aquella guerra que pocos habían señalado con tanta agudeza.
De repente, una frase parece
romper con la brillantez del texto: “En pleno siglo XXI, ya nadie podrá
sostener que las guerras se ganan con astucia. Lo fundamental, en asuntos
militares, gira siempre en torno al dinero”.
La observación es sugestiva, y
muchos la compartirán. Pero, ¿seguro que nadie en el siglo XXI dirá que las
guerras se ganan con astucia?
Alguno podría responder que
solo inexpertos o poco competentes podrían decir que la astucia tiene peso
decisivo a la hora de determinar quién gana o quién pierde una guerra.
Pero el punto está en que
sigue siendo posible, en el siglo XXI como en el pasado, encontrar a quienes
digan precisamente eso, sean o no sean incompetentes.
En otras palabras, un
estudioso que desee de verdad corregir errores y ofrecer perspectivas mejores
para comprender cualquier tema, si ama la verdad tendrá que reconocer que puede haber personas que digan lo que para él resultaría
ya totalmente “superado”.
Es bueno, al hablar y al escribir, tener esa apertura mental para no
suponer que una idea no podría ser sostenida por otras personas, aunque se
trata de una minoría exigua y marginal, y para evitar generalizaciones que no
corresponden a la inmensa complejidad humana.
Porque en el horizonte de las opiniones humanas, todavía hay quienes
niegan lo que para muchos sería algo “innegable”.
Las opiniones de algunas minorías muestran cómo, en el ser humano, por
motivos diferentes, existe una apertura interior que permite sostener lo blanco
y lo negro, lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso.
Desde luego, lo falso será falso siempre, ayer como mañana, lo afirmen
tres personas o cien millones de personas.
Pero que lo falso sea falso no convierte en verdadera esa afirmación
extraña que todavía muchos repiten con sorprendente seguridad: “a partir de tal
año (o tal siglo) resulta imposible afirmar tal teoría”.
Es mucho más correcto, y señal de que un estudioso reconoce la
complejidad del mundo humano, simplemente afirmar: “casi nadie podrá sostener
actualmente esta tesis, aunque resulta posible que alguna minoría la defenderá
en el presente o incluso en el futuro”.