Resultados de laboratorio
P. Fernando Pascual
22-2-2024
Vamos al laboratorio para
nuevos análisis. Lo ha pedido el médico, o ha llegado el momento, después de un
tiempo razonable, de una revisión general.
Tras los análisis, pasa un
poco de tiempo antes de que lleguen los resultados. En ocasiones, basta un día
para recibirlos. Otras veces, hay que esperar varios días o incluso semanas.
El tiempo de espera de los
resultados puede transcurrir tranquilamente: no esperamos (no tememos) noticias
preocupantes.
Pero hay momentos en los que
la espera está teñida de incerteza. ¿Habrá aparecido un síntoma peligroso?
¿Tendré un aviso de un parámetro preocupante? ¿Me llamarán para hacer nuevos
análisis que corroboren o descarten una enfermedad que desearía nunca iniciase?
La incerteza puede generar
miedo, o preocupaciones, o incluso influir en nuestros proyectos. ¿Qué hacer si
me avisan que ha iniciado un tumor? ¿Cómo reaccionar si me dicen que los
pulmones tienen una mancha extraña? ¿Y si me informan que hay un importante
descenso de hierro en la sangre?
En otras ocasiones, si uno
lleva meses de tratamientos y medicinas, la incerteza puede ser un momento de
esperanza: quizá la mejoría se hace evidente, y los resultados simplemente la
confirman.
Notamos, entonces, las
diferentes maneras de esperar unos resultados de laboratorio, por ahora
misteriosos, pero siempre importantes para comprender nuestro estado de salud y
las posibilidades que tenemos ante nosotros.
Ha llegado un mensaje al
correo electrónico. Los resultados ya están disponibles. Me siento un momento,
miro por la ventana, respiro con calma, y abro unas páginas llenas de números y
estadísticas.
Si hay alguna señal de alarma,
necesito interpretar con la mayor exactitud posible ese dato señalado en rojo y
que indica que algo no funciona correctamente.
Si todo parece bajo control,
experimentaré un gran alivio y alegría, al mismo tiempo que sentiré el deseo de
buscar las mejores maneras para aprovechar la salud y el tiempo que Dios ha
puesto en mis manos.
Sean cuales sean los
resultados, sé que todo puede servir para el bien si me dejo guiar por Dios. Él
sabe lo que será mejor para mi vida. Confiaré en su Voluntad, y buscaré
realizar en cada momento ese bien posible que todos podemos realizar en las
diferentes situaciones de la vida.