¿Devoradores de noticias?
P. Fernando Pascual
6-2-2011
Así de rápido: llega la noticia, aparecen comentarios, se cierra la página. Luego, a otra noticia, a
otro blog, a responder en la red social a los amigos o conocidos.
Una y otra vez, siempre lo mismo. Todo sucede entre prisas. La información corre. Una noticia
suplanta a la anterior. Y la que ahora leo pronto habrá quedado devorada por la siguiente.
Es un frenesí que nos arrastra. La pregunta surge espontánea: ¿hacia dónde? ¿Hay un sentido en la
cadena de noticias? ¿O sólo existe un caos humano que malamente se refleja en el sucederse de las
informaciones?
Quizá el problema no está fuera, sino dentro. No nos falta tiempo para profundizar en temas
decisivos, sino que sobran curiosidades que nos llevan a saltar, de noticia en noticia, con corazones
inquietos ante lo sorprendente, lo último, lo que pasa con rapidez.
Algo en el corazón susurra que no podemos vivir simplemente tras lo inmediato. Quedan preguntas
esenciales sobre el sentido de la vida, sobre la meta última, sobre la felicidad que no termina, sobre
la existencia de un Dios que acoja a quienes han vivido de modo honesto y bueno, sobre la caridad
y la justicia que esperan tantos hombres de cerca o de lejos.
Este día sigue su camino. Las informaciones llegan y pasan. Mi corazón, en estos momentos,
adquiere un tono más sereno.
No puedo vivir como devorador de noticias que me arrastran de un lugar a otro. Necesito pensar y
amar anclado en lo que no termina, en lo hermoso y grande, en lo justo y bueno: en Dios y en
aquellos hermanos que esperan les dé no sólo tiempo, sino mucho cariño verdadero.