«Semillas de esperanza»
SedAutor: Padre Fernando Torre, msps.
No sé si me engañaste al prometerme
que la sed de mi alma saciarías;
aunque bebo de ti todos los días,
seco estoy y con miedo de perderme.
No me dejes, Jesús, no me abandones,
pues profundo dolor causa tu ausencia,
y el lugar reservado a tu presencia
se satura con falsas ilusiones.
Mi carne tu caricia necesita,
mi alma, la alegría de tu visita;
todo yo te deseo con avidez.
¿Es que sólo en el cielo he de gozarte?
Muéstrate hoy, aquí, para abrazarte
y saciar de agua viva mi aridez.