«Semillas de esperanza»
Cinco maneras de destruirte

Autor: Padre Fernando Torre, msps. 

 

 

        Primera: Suicídate. Usa el método que prefieras, pero asegúrate de que sea eficaz; de otra manera, podrías quedar con vida pero en mal estado. No te molestes en dejar una nota aclaratoria; todos saben que odias la vida y que te aborreces a ti mismo. El suicidio es la manera más rápida para destruirte, pero también hay otras cuatro que, siendo más lentas, son igualmente eficaces.

Segunda: No te pongas límites. Come todo lo que quieras, bebe hasta emborracharte, quédate hasta la madrugada viendo la televisión o navegando en Internet, levántate hasta el medio día, jamás hagas deporte o dediques tiempo a actividades artísticas o recreativas. Haz lo que te pegue la gana y no te esfuerces por nada.

Tercera: No cultives tu mente. No leas el periódico o revistas, menos aún libros. Evita toda información sobre lo que sucede en el mundo o a tu alrededor. Jamás se te ocurra asistir a alguna conferencia o tomar un curso. Entierra tu creatividad. No caigas en la tentación de cuestionar tu manera de pensar.

Cuarta: Enciérrate en tu egoísmo. Evita todo contacto con los demás, sobre todo si requieren de tu ayuda. No te intereses ni te preocupes por nadie. No des importancia a las necesidades o sentimientos de las personas que te rodean. No le dediques tiempo a tu familia. No permitas que alguien entre en tu vida privada. Si sientes necesidad de afecto, consíguete una mascota.

Quinta: Huye de Dios. No dejes tiempo para la oración. Que jamás haya silencio en torno a ti. Acalla todo anhelo que surja en tu corazón. Cuando sientas un vacío, llénalo de dinero, sexo, activismo, poder, droga, fama. Nunca pertenezcas a una iglesia ni a un grupo de beneficencia. No te sometas a ninguna norma moral. Arranca sin piedad todo retoño de esperanza y sumérgete en la depresión.