«Semillas de esperanza»
¿Quieres curarte?

Autor: Padre Fernando Torre, msps.  

 

 

Jesús, viendo a un paralítico que llevaba 38 años enfermo, le dijo: «¿Quieres curarte?» (Jn 5,6). A primera vista parecería una pregunta estúpida, pues suponemos que cualquier enfermo quiere curarse. Sin embargo, médicos y enfermeras saben bien que mucha gente se resiste a sanar. Hay personas que, sin necesidad, han sido operadas una y otra vez; otras que frecuentemente son internadas en hospitales. Muchas no se conciben a sí mismas sin tener alguna enfermedad y son incapaces de viajar sin llevar un botiquín.

Estar enfermo, aparte del sufrimiento que implica, tiene muchos privilegios y ventajas. Evitamos responsabilidades y trabajos, recibimos atención y afecto. Además, la enfermedad nos permite tratarnos con miramientos y chiqueos; y nos da la satisfacción del heroísmo: ¡cuánto sufro!

Si queremos conquistar y conservar la salud, necesitamos cuidar nuestra alimentación, hacer ejercicio, llevar una vida ordenada y sobria, y abstenernos de todo lo que pudiera hacernos daño.

Vivimos una contradicción: nuestro cuerpo y nuestra mente tienen mecanismos naturales para procurar la salud y evitar enfermedades; pero otra parte de nosotros se opone a esto.

La misma ambivalencia que experimentamos frente a nuestra salud física la tenemos con respecto a la salud psíquica. Queremos vencer nuestra timidez, controlar nuestra agresividad o ansiedad, liberarnos del miedo o de la dependencia afectiva, pero somos remisos a la hora de poner los medios. Lo mismo nos sucede con nuestra salud espiritual: deseamos la santidad y seguimos encadenados al pecado.

Por eso, la pregunta de Jesús es muy sabia. Enfrenta a la persona con su ambivalencia y le exige una decisión.

¿De veras quieres curarte?