«Semillas de esperanza»
Darlo todo

Autor: Padre Fernando Torre, msps.  

 

 

Recordemos el pasaje evangélico en el que una viuda dio de limosna dos moneditas, mientras que los ricos echaban grandes cantidades. Jesús dijo al respecto: «esta viuda pobre ha dado más que todos; porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir» (Lc 21,1-4).

Darlo todo. Dos palabras que encierran un verdadero programa de vida. Jesucristo es un elocuente ejemplo de entrega total, hasta el extremo. Nosotros, por el contrario, somos muy calculadores, no sólo con el dinero, también lo somos con el afecto, la entrega, el servicio.

Darnos totalmente no es una actitud estúpida —como podría serlo dormir únicamente una hora diaria—; es sabiduría llevada a la vida. Nos hace superar nuestros cálculos mezquinos, nuestra mediocridad generalizada, nuestra actitud de reserva. Darlo todo es cristianismo puro.

El contraste que Jesús establece en el evangelio no consiste únicamente entre dar mucho y darlo todo; la oposición está entre dar de lo que sobra y dar de lo necesario.

Regalar dinero, ropa, comida o medicinas que nos sobran es fácil, pues no nos privamos de nada. Lo verdaderamente importante es entregar nuestro tiempo, nuestra cercanía, nuestro cansancio: ¡darnos nosotros mismos!

¿Quién da de lo necesario? El que se priva de un alimento para que otros tengan que comer; la que deja de realizar un viaje de placer para servir a los enfermos; el que se quita la chamarra para que otro no pase frío.