«Semillas de esperanza»
María tiene encadenado a Satán

Autor: Padre Fernando Torre, msps.  

 

 

«Deja que ladre Satán, le arde se le haya escapado su presa y por María, y para María, pero te aseguro que lo tiene esta Virgen muy encadenado, y buen provecho» .


Es probable que atrás de esta recomendación de Conchita a su hija esté un texto de san Agustín en el que compara al demonio con un gran perro encadenado que ladra, pero que sólo puede morder a quienes se le acercan.


Satanás está ardido porque «su presa», Teresa de María, se le ha «escapado», es decir, ha superado una tentación. Esto ha sido «por María», gracias a la intervención de la Virgen Inmaculada (cf. Gn 3,15).


El diablo tentó a Jesús buscando apartarlo de la misión que el Padre le había confiado (cf. Mt 4,1-11). Jesucristo, con su muerte y resurrección, obtuvo la victoria sobre el mal, el pecado, la muerte y el Maligno y nos dio vida nueva en el Espíritu Santo.


Vencido por Jesucristo, el demonio sigue haciendo la guerra a la humanidad (cf. Ap 12,17). Nos induce al mal, a desobedecer a Dios. Su estrategia es hacernos ver las supuestas ventajas que tendría hacer lo que nos propone, y ocultarnos las consecuencias negativas que nos traería.


El poder de Satanás es limitado: «lo tiene esta Virgen muy encadenado». No puede impedir la edificación del Reino de Dios ni nuestra santificación, pero sí lo intenta, y de mil maneras, siempre con engaños, ya que «es mentirosos y padre de la mentira» (Jn 8,44).


Conchita termina su recomendación diciendo jocosamente: «y buen provecho». Es como una invitación a la confianza. Quien confía en Dios, no teme al diablo. Aunque nos aceche y nos ataque, aunque nos seduzca y nos acose con tentaciones, podemos vivir en paz, pues, con la fuerza del Espíritu Santo y la protección maternal de la Virgen María, podremos superar la tentación y vencer al Enemigo.