«Semillas de esperanza»

Antivirus

Autor: Padre Fernando Torre, msps.  

 

 

En todo país, los programas de salud pública incluyen la aplicación de vacunas para inmunizar a la población contra varias enfermedades. Para algunas, como la hidrofobia o la poliomielitis, la medicina ha encontrado un antivirus o una vacuna; para otras, como el SIDA, aún lo está buscando.

En el campo de la computación se ha vuelto necesario tener instalado un antivirus para impedir que los virus informáticos lleguen a la computadora o para eliminarlos, en el caso de que hubieran llegado sin haberlos detectado. Pero no basta tener un antivirus; es necesario actualizarlo periódicamente, pues día a día aparecen nuevos virus.

De igual manera, en nuestra vida deberíamos tener un “antivirus” para poder resistir las acechanzas del mal. Hay circunstancias o personas que, si no estamos preparados, pueden dañarnos: «voy a ir a una fiesta en la que correrá el vino y tendré a mi disposición todo tipo de drogas», «hoy hablaré con mi supervisora, que es negativa y sarcástica», «voy a hacer un viaje sin mi esposa, y me encontraré con esa persona que tanto me atrae»…

Ese “antivirus” está hecho de prudencia para apartarnos de las ocasiones donde el mal se nos pudiera presentar; de una actitud mental positiva, que nos prepara a enfrentar creativamente los problemas; de humildad, que nos permite comentar abiertamente con otra persona nuestra fragilidad y nuestros miedos; está hecho de pequeños actos buenos, repetidos frecuentemente, que fortalecen nuestra voluntad; y, sobre todo, de confianza en el poder del Espíritu Santo.

Es una gran irresponsabilidad que los padres no lleven oportunamente a sus hijos a vacunar. Es imprudente bajar el correo electrónico sin tener un antivirus actualizado. Es insensato e irresponsable andar por la vida sin estar preparados para enfrentar el mal.