Liturgia Viva - 7

Autor: Padre Antonio Sanz cmf 

 

Liturgia de la Palabra

Antes de comulgar con Cristo Eucaristía hemos de comulgar con Cristo Palabra

No decimos liturgia de las Sagradas Escrituras, sino Liturgia de la Palabra de Dios. Aunque son indisociables no son equivalentes. No se trata de hacer llegar a la asamblea un texto mediante su lectura, sino de proclamar la Palabra que Dios dirige en este momento al pueblo.

El lector presta a Dios su voz con sus cualidades.

Si el lector no cuida su lectura se puede convertir en un obstáculo

en la comunicación de Dios a la asamblea.

Yendo a lo práctico y concreto debemos tener en cuenta:

- Evitar toda teatralidad y declamación afectada.

- Pero sí cuidar la claridad, el ritmo, los silencios y pausas (inicial, final, intermedios), la entonación, etc.

(Uno mismo no es buen juez de su propia lectura.

La lectura debe prepararse. No es buena táctica ofrecérsela a un espontáneo)

- Procurar que la Palabra llegue lo más perfectamente posible a las últimas filas de gente.  

- No todo lo que se lee es Palabra de Dios.

Así: no es Palabra de Dios la presentación, ejemplo: Lectura de la carta de San Pablo a los Romanos / Lectura del santo Evangelio según...

Ni tampoco lo es el saludo del sacerdote o diácono: El Señor esté con vosotros

No lo es la aclamación final: Palabra de Dios / Palabra del Señor.

(Mucho menos la indicación: Primera lectura, Segunda lectura, que no debe leerse)

- Por tanto, es bueno separarlo mediante una brevísima, pero significativa, pausa para destacar lo que es la Palabra.

- No retirarse del ambón hasta que la asamblea no haya concluido la respuesta: Te alabamos, Señor / Gloria a ti, Señor Jesús.

Por respeto a la Palabra y a la asamblea: leer con buena postura: evitar las manos en los bolsillos o en la espalda, echarse sobre la barandilla del ambón, el hacer gimnasia de piernas, tomar el micro como en un concierto... 

Gracias por haber leído este mensaje. Se agradecen las sugerencias. 

liturgiaviva@gmail.com. 

Gracias por haber leído este mensaje.

Antonio Sanz, cmf


 

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