Liturgia Viva - 20

Autor: Padre Antonio Sanz cmf   

 

 

Liturgia de la Eucaristia 

Concluida la Liturgia de la Palabra

pasamos a la segunda parte: Liturgia Eucarística.

No son dos partes independientes, sin conexión.

“La mesa de la Palabra lleva naturalmente a la mesa del Pan eucarístico” (Juan Pablo II)

Porque Jesucristo, cuando nos congrega para la Eucaristía,

nos explica las Escrituras” y “parte para nosotros el pan” (Plegaria eucarística V) 

Si tomamos conciencia de esto seremos más capaces de armonizar el conjunto y evitaremos desproporciones. Por ej.: Una primera parte muy larga con un acto penitencial desproporcionado, o una homilía larguísima [todo “muy participado”(?!)] que obliga a apretar el acelerador durante el resto de la celebración. 

En la Eucaristía no celebramos, propiamente, la Última Cena;

(la Última Cena no fue la primera Misa)

sino que celebramos la muerte y resurrección, el misterio pascual del Señor,

que Jesús anticipaba en aquella Cena, prefigurándolo en los signos del pan y del vino,

y así lo confió a la Iglesia: “haced esto en comemoración mía”.

La Eucaristía procede de la Cena y por eso empleamos sus signos:

lo que en ella se hizo como prefiguración (previo a la muerte y resurrección)

nosotros lo hacemos como memorial (posterior a la muerte y resurrección).

Gracias por haber leído este mensaje.

Antonio Sanz, cmf


 

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