Enamórate del amor, no del enamoramiento

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Web: Mensajes de vida

 

 

Amigos,

No son pocas las veces que hemos escuchado acerca del amor y ese extraño cosquilleo que se experimenta en un principio llamado enamoramiento. Es importante hacer la diferencia de que no son lo mismo, y que el enamoramiento como tal es la etapa inicial de la relación. Aquella donde apenas se conoce a la persona y no podemos ver en aquella persona ningún defecto. Además no dejamos de pensar en lo bien que nos sentimos cuando esa persona está a nuestro lado. Es una etapa maravillosa que puede sacar lo mejor de cualquier persona.

Sin embargo, muchas personas tienden a aferrarse a esta etapa y quisieran siempre estar así. Muchas veces creemos que si no sentimos estas famosas "mariposas en el estómago" es que ya no amamos y nada es mas incierto que esto.

Amigos, muchas veces me he encontrado con personas que me dicen cuanto desearan "amar" pero en realidad lo que quieren es sentir el "enamoramiento", que es una etapa donde no se ama como una decisión, como debe ser, sino que simplemente nos sentimos bien al estar con esa persona.

Podemos decir que amamos cuando conocemos muchos "defectos" de la otra persona y aún así decidimos estar a su lado. Cuando no necesitamos sentir bonito para ser fieles. Cuando simplemente hemos tomado la decisión de amar, y no es algo sujeto a un "sentir bonito".

Igual nos pasa con Dios. Amarle, seguirle, conocerle es la mas excelsa de las etapas de la vida de un ser humano. Pero la prueba llegará. Y llegará el momento en que no sientas deseos de orar, aún así debes orar. Llegará el día en que no "sientas" la presencia de Dios como un fuego en tu pecho, pero eso no significa que no esté allí.

Fe. Es la certeza de lo que no se ve, o se siente. Hay una frase escrita con muy buena intención pero que puede confunfir que dice: "Creo en Dios no porque lo veo, sino porque lo siento". Lamentablemente muchas veces no vas a sentir a Dios en tu vida, y para nada significa que no te acompañe y te haya abandonado.

Tal vez hoy te sientes lejos de Dios. Quizá crees que no mereces siquiera un minuto con Dios por tus muchas faltas. O alguien te engañó diciendote que si no sientes a Dios no está contigo. Cuando lo cierto es mis amadas hermanas y hermanos, que la presencia de Dios no es algo que se pueda medir y es totalmente variable, porque el no es rutinario.

Tal vez no lo creas, tal vez no lo sientas, tal vez no te sientas digna o digno de Dios hoy. ¿Pero sabes? El está ahí contigo, oculto en el silencio, apoyándote y caminando contigo en cada paso.

No esperes sentir para creer, no te enamores del enamoramiento y cree en Dios porque el es real, no porque sientas o no su presencia, porque el siempre ha estado y estará contigo.