En uno de esos días

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Web: Mensajes de vida

 

 

Saben, hoy fué uno de esos días en los que me siento en la computadora, y luego de una noche de poco sueño por un pequeño molesto, me digo a mi mismo. Caray Señor, todas estas personas esperan hoy tus palabras, tu mensaje, tu aliento. ¿Que les escribo? ¿Que quieres que te diga? Y es entonces mis amados hermanos cuando Dios nos da esos leves susurros al corazón y me dice algo que ya hace mucho me había dicho, y que es bueno recordar.

Cuando no sabemos que decir, o nos encontramos cansados, tal vez fríos o en tribulación hay una cosa que podemos hacer y es alabar a Dios. Darle gracias por todas las cosas. Por todo aquello que tenemos, por aquello que nos falta. Por esos momentos de compañía o de soledad. Alabar a Dios. Siempre y en todo lugar.

Tal vez vos seás una de esas personas que hoy, al igual que a mi, nos cuesta caminar. Sentimos un cansancio, un peso, una tristeza o algo que tenemos y que no nos deja tener paz para hablar con Jesús. Y es ese mismo Jesús quien nos dice, "Yo soy el tronco, ustedes son las ramas y sin mi, no pueden hacer nada".

Asi que amados amigos, sin importar tu situación personal, familiar o profesional. Ya sea que te encuentres triste o alegre, hoy te invito a que te escapes del mundo. Ve a un lugar donde puedas estar en paz, donde nadie te hable para que puedas hablar con Jesús. Y cuando esté ahí tal vez no sepas que decir, mas sin embargo solo dí "Gracias" tanto por lo que te gusta como por lo que no. Te aseguro que Dios escuchará tu oración, porque la mejor oración es aquella que es sincera, no la que usa las palabras mas hermosas.

Haz la prueba, alaba a Dios y dale gracias. En la alabanza a Dios miles de cosas se rompen. Te lo aseguro.