Que nuestras obras griten hasta que no se escuchen nuestras palabras

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Web: Mensajes de vida

 

 

"Muy feliz día mis amadas y amados. Que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo les bendiga en este día.

Hoy leyendo las lecturas nos damos cuenta de cuán importantes son nuestras acciones para Dios. Porque es muy sencillo adorar a Dios entre 4 paredes o decir que amamos a Dios, pero si con nuestros actos decimos lo contrario nuestra fé no sirve para nada.

Y es que bien dice la primera lectura cuando no habla de que maldito es aquel que confía en otro hombre, y esto hay que entenderlo bien, no como me decía una vez un hombre que el no hablaba con nadie porque en la Biblia decía que no confiara en el hombre. No. Esto significa que no debemos depositar nuestra vida en la cosas del mundo, o creer que somos o valemos por el trabajo que tenemos. Porque nada que haya hecho el hombre nos puede llenar, ni el dinero, ni la fama, ni los tesoros, y solo confiando en Dios es como realmente podemos encontrar satisfacción, paz y amor verdaderos.

Al ser los humanos tan débiles fallamos muchas veces, por este motivo es que con nuestros actos constantes de amor al prójimo nos recordamos a nosotros mismos nuestros errores y aprendemos a ser mejores cada día.

Que hoy podamos dar a nuestros hermanos y amigos muestras palpables de que creemos en Dios y no hablo de dinero. Hablo de tiempo, una sonrisa, una charla, una escucha.

Que nuestras palabras se callen y sean nuestras obras las que griten que amamos a Dios.