Que la verdad nos haga libres

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Web: Mensajes de vida

 

 

Hace poco conocí a una pareja donde la señora, llamémosla Sandra, me dijo ser muy cristiana y me habló mucho de la Biblia y donde se congregaba. Casi no había terminado cuando me cambió el tema y me dijo que tanto ella como su esposo son dueños de una empresa y recién ese día había despedido a la secretaria (quien tenía ya tiempo de conocer).

El "pecado" de la secretaria fué saludarla como "Buenos días Sandra". Esta mujer me dijo literalmente que no soportó semejante falta de respeto. Yo la verdad no entendía y le pregunté porque no veía la falta. Ella me interrumpió y me dijo que le gritó y además ordenó a su esposo despedirla de inmediato.
- ¿Pero de que se trata? Pregunté. A lo que ella me dijo :"Le parece poco decirme 'Sandra'. No, para ella y para todos los empleados soy 'doña Sandra'".

Mis amados, luego de esta experiencia tan desagradable solo me puse a pensar en cuantas personas aún siguiendo a Jesús, o al menos eso dicen, tienen su corazón lejano y frío, olvidando que Jesús no nos preguntará cuantas veces nos congregamos sin importar nuestro credo, sino que nos preguntará cuánto bien hicimos por El, reflejado en el prójimo.

Pienso en cuantas veces nosotros somos "Sandra" y vamos por la vida llamándonos cristianos, cuando nuestros intereses son otros y donde los demás son vistos como sirvientes. Lo peor es que esta situación se da simplemente y en muchas ocasiones por el dinero y el amor a el. Bien dice el Señor que el amor al dinero es la raíz de todos los problemas.

Pidamos a Dios, que nos ayude a no auto-engañarnos y reconocer si estamos o no siguiendo sus enseñanzas de amor por los demás. Que dejemos de condenar y perseguir, para empezar a perdonar y ayudar.