Amor por Dios

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Web: Mensajes de vida

 

 

Cierta vez en una iglesia un hombre oraba a Dios con gran fervor. Este hombre clamaba a Dios en voz muy baja pero audible. Oraba con palabras y frases muy bellas que salían desde su corazón para Jesús. Al terminar se dió cuenta de que algunas personas lo veían de forma extraña y hasta se reían por la forma en que había orado. Aquel hombre solo se levantó, miró a las personas y les dijo : "Creo que ustedes nunca se han enamorado".

Y es que amigos y hermanos. ¿Quién de nosotros que haya estado enamorado o enamorada no ha dicho o hecho cosas que en otro momento no hubieramos hecho por ningún motivo?. El amor es capaz de convertir en poeta al mas duro de los hombres y hacer llorar al mas duro corazón con solo pensar en que ese ser amado se alejará. 

Y muchas veces nos dirán lo mismo de nuestra relación con Jesús, pues para muchas personas a Jesús se le debe tratar casi como un extraño inalcanzable cuando es lo mas cercano y real que tenemos los seres humanos.

Igual que al enamorado no le da pena mojar su capa en el lodo para cortejar a la mujer que ama, a tí tampoco te debe dar pena o miedo el demostrar cuanto amas a Dios. Pero tampoco exageres para que la gente diga "como ama a Dios". Recuerda que Dios no se fija en lo hermoso de la oración, sino en lo sincera que sea la misma y si deliberadamente haces 
cosas extremas para que te "vean" estás restando todo lo noble a la oración.

El hombre de la historia no sabía que lo estaban viendo, y lo que decía era en voz muy baja y salía de su corazón. La mejor oración es larga ni corta, solo sincera...recuerda eso. Así que habla con Jesús con tu corazón, es el único requisito.