Vida antes y después de Jesús

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Web: Mensajes de vida

 

 

Ayer estaba casualmente viendo algunos videos de cuando tenía aproximadamente 15 años. Para ese entonces, aparte de todas los problemas de la edad, recordé sentirme vacío, solo y con una gran necesidad de "algo". Un "algo" que no sabía determinar, pero que sabía era parte vital de mi. Me sentía como no se, un auto sin los asientos ni ruedas. Recordé entonces, porque lo había olvidado, cuánto hizo Dios en mi vida cuando le conocí. Todos los cambios, la plenitud, la esperanza, la madurez, los cambios en mi personalidad y los éxitos en lo profesional, que estoy seguro, sin el no habrían sido posibles.

Por eso hoy quise escribir a dos grupos de personas. Al primero, a quienes como yo conocimos a Dios, lo amamos pero de cierta forma a veces nos acostumbramos a tenerlo y dejamos de recordar todas las maravillas que Dios hizo y lo que fuimos antes y después, para que nuestro agradecimiento sea real y verdadero hacia nuestro buen Dios y recordemmos cuan importantes somos para el.

El segundo, quiero dirigirme a vos hermana, a vos hermano que tal vez te has sentido con una necesidad, un vacío un "algo" que te falta y que no has podido llenar con nada. A vos quiero decirte que hay un espacio en tu corazón que tiene la forma de una Cruz, y solamente puede ser llenado el día que aceptemos la Salvación y el amor de aquel, quien en una cruz, dió hasta la última gota de su sangre por amor a vos. Tu vida puede cambiar, tu trabajo, tu familia, todo es posible si decides encontrarte de manera personal con un Cristo vivo y resucitado como lo escuché una vez de una gran hombre, Juan Pablo II.

¿Y que es manera personal? Bueno, significa encontrarte con Dios directamente, hablar con Cristo como creador y criatura, como padre e hija, como padre e hijo.

Jesús partió la historia del mundo en dos partes, antes de Cristo y después de Cristo. Lo mismo pasa con nuestra vida cuando conocemos ese amor inmenso que se entrega por nosotros. Toma la decisión de pedir a Cristo que entre en tu vida, que rija tu destino y te acompañe en cada decisión que tomes. Tu vida entonces, habrá teminado como la conoces. Habrás terminado de buscarte, y empezarás finalmente a descubrirte en la luz de Jesús.

No temas por tu pasado, a Jesús le interesa solamente tu presente y a partir de hoy, contruir un mejor futuro a tu lado.

¿Quieres una nueva vida? Inicia hoy una nueva en la guía de Jesús.