Hey, no saques la cebolla y el ajo
Autor: Arturo Quirós Lépiz
Web: Mensajes de vida
Recuerdo que de niño detestaba la cebolla y el ajo, y siempre que los veía sentía un deseo de asco (como la mayoría de los niños). Una vez mi mamá me iba a preparar una carne y cuando vi la cebolla y el ajo le rogué que no se los pusiera. Mi madre, para darme la lección, no se los puso y cuando traté de comer la carne el sabor no era para nada el que yo esperaba y recordaba. Comprendí entonces que eso que no me gustaba era parte fundamental del sabor final de mi comida favorita.
Hermanos, a veces pasamos por la vida "quitando" cuando ingrediente Dios trata de poner en ella. Nos quejamos y entonces nunca deseamos enfrentar la prueba, la tribulación o el momento de tristeza que nos dará fortaleza mas adelante.
Debes recordar hermano y hermana, que nuestra vida es el conjunto de muchas experiencias y que debemos ser probados en el "fuego" como la misma Biblia nos lo recuerda.
Así que no temamos a la cebolla ni al ajo, al final, el resultado será una vida mas madura y con una fé mas fortalecida.