Momentos que permanecen

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Web: Mensajes de vida

 

 

Una palabra dicha con ira es mas afilada que la espada, más hiriente que los golpes y mas duradera que las heridas del cuerpo.
Muchos se dejan guiar por la ira, el enojo, las frustraciones y no se detienen a pensar que cada palabra mal dicha o con ira puede dañar muchísimo a otras personas.
Cuando te enojas, te detienes a pensar en que lo que vas a decir? O das rienda suelta a tu ira?

Siempre recuerda que la ira no es buena consejera, y recuerda las palabras de Jesús de ser mansos como ovejas.
No es fácil tener la razón y tener que ceder, o aceptar el error. Pero ofrécelo a Jesús como una ofrenda por tus faltas y evita las peleas.

Tu vida será mas simple y tu alma encontrará paz.