Señor, no quites tus manos

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Web: Mensajes de vida

 

 

Hace poco viajaba con mi hija pequeña en el supermercado y como es usual, la senté en la parte trasera del carrito. Iba muy contenta viendo todas las cosas pero en un momento me decía que quitara mis manos del 
carro y yo le decía que no, pero muy insitentemente me lo pedía así que la solté y seguí caminando. Obviamente se dió cuenta que algo pasaba y su cara de susto lo decía todo. Antes de que llorara tomé nuevamente el 
carrito y fué interesante ver como se alegró y sus ojos se abrieron cuando vió que cuando yo llevaba el carrito era que avanzábamos.

Cuantas veces nosotros tenemos paz y tranquilidad, tanta, que le decimos a Dios que por favor nos deje "conducir un rato" pues nos creemos autosuficientes. Y cuando Dios nos respeta nunca se va, sino que camina a 
nuestro lado, esperando el momento que le pidamos volver a guiar nuestra vida.

Si tu vida no lleva rumbo, si has perdido la paz, si sientes que no hay alternativa pide a Dios que vuelva a tu vida...verás como las cosas caminan nuevamente.

Que Dios te bendiga y guíe