Ser Reflejos de la Luz de Cristo

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Web: Mensajes de vida

 

 

Una de las primeras cosas que recuerdo que aprendí de niño fué como en la oscuridad y al jugar con una linterna podía iluminar el cuarto apuntando la linterna a un objeto.
Recuerdo que me divertía iluminando objetos para ver cual reflejaba mas la luz y algunos, reflejaban tanto que el cuarto entero se iluminaba, mientras que otros, mas bien absorbían la luz.

Nosotros podemos ser dos tipos de personas. Aquellas que al conocer a Dios se guardan la luz para ellos mismos, o de los que irradian esa luz a todas las personas que les rodean y podemos quedarnos sentados en la comodidad o salir a "desgastarnos" por Jesús y lo que ha hecho por nosotros.

Recuerdo que hace unos 5 años colaboraba con un grupo de jóvenes de mi país, Costa Rica, y recuerdo que había dos en especial que eran terriblemente desobedientes, poco o nada disciplinados y sumamente problemáticos. En fin, la pesadilla de cualquier coordinador de jóvenes. Recuerdo que le dije a Dios que no creía en ellos, que estaba cansado y ellos no 
daban ningún fruto. 
Hace poco los encontré y son de los actuales colaboradores de la pastoral de jóvenes, y pensé en cómo Dios nos "tapa la boca" mostrando no lo que podemos hacer nosotros, sino lo que es EL capaz de hacer en la vida de cualquier persona.

Tal vez has escuchado personas que te dicen que no tienes remedio, o que no tienes lo que se necesita. Palabras como "inútil" son comunes lamentablemente. Pero ante todo, debemos recordar que los hombres miramos apariencias, en cambio Dios, ve el corazón y sus virtudes.

Deja atrás lo que te dijeron o crees de tí mismo, vos podés ser ese difusor o difusora de la luz de Cristo en el mundo. Aun cuando tal vez te dijeron que no servías, o cuando vos crees que no servís. 

Sin importar tu edad, estado, género o profesión. Estamos llamados a ser Reflejos de la Luz de Cristo.

Que Dios guarde tu corazón y bendiga todo lo que hagas.