El capellán

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Web: Mensajes de vida



Un capellán, cuentan, se aproximó a un herido en medio del fragor de la batalla y le preguntó: 
- ¿Quieres que te lea la Biblia? 
- Primero dame agua que tengo sed, dijo el herido. 
El capellán le convidó el último trago de su cantimplora, aunque sabía que no había mas agua en kilómetros a la 
redonda. 
- ¿Ahora?, preguntó de nuevo. 
- Primero dame de comer, suplicó el herido. 
El capellán le dio el último mendrugo de pan que atesoraba en su mochila. 
- Tengo frió, fue el siguiente clamor, Y el hombre de Dios se despojó de su abrigo de campana pese al frió que 
calaba y cubrió al lesionado. 
- Ahora si, le dijo al capellán. Habla de ese Dios que te hizo darme tu última agua, tu último mendrugo, y tu único 
abrigo. Quiero conocerlo en su bondad. 

Para dar a conocer a Dios no se necesita solamente conocer la Biblia, sino vivir de la forma que Jesús nos enseñó, si deseas que otros conozcan de quien te lo ha dado todo, debes darles todo para que ellos crean en las bondades de Dios.
Así mismo, debemos vivir como vivió Cristo para atesorar un tesoro en el cielo, y reunirnos nuestro creador en quien hemos creído.

"Una fe sin obras es una fe muerta" 2 Timoteo