Para llegar a puerto

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Web: Mensajes de vida



Cuentan que en altamar, un pequeño velero con 5 personas había perdido el 
rumbo y no había ni una leve brisa para moverse. En ese momento el capitán 
oró a Dios para les ayudara, aprovechando que todos estaban bajo la cubierta 
del barco. Oraba, pedía, se arrodillaba y desesperaba ya que no tenían 
alimentos para sobrevivir. Pensaba en la escases de agua, de alimento, en su 
familia, en su vida. Y en ese momento se dió cuenta que una brisa fuerte 
empezó a soplar y en su alegría no hacía mas imaginar todo lo que había 
pasado y bajó a contar lo que pasaba. Luego de mucho tiempo, salió y se dió 
cuenta de que las velas estaban abajo y que no se habían movido. 


Hace un tiempo leía algunas reflexiones de las cuales ví una frase que me 
impresionó mucho. Decía : "Cuando un barco no llega al puerto, rara vez será 
culpa del puerto". 
¿Acaso no has tenido metas que has deseado cumplir y que no has podido? 
Y lo mas importante, ¿acaso has tratado de encontrarte con Dios? ¿Con ese 
Dios del que mucha gente habla y que cambia las vidas, que hace milagros, 
que sana o que libera y no has podido? 
Me pregunto si un día como un velero en alta mar nos dejamos a la deriva 
para ver si acaso Dios nos lleva a algún puerto. Aún cuando haya viento, si 
tus velas no apuntan bien, el mismo viento que te puede llevar a tierra 
firme, puede llevarte mas lejos de tu destino. 
En este día piensa. Cuando has deseado que Dios haga algo por tu vida... 
¿has hecho algo tú para llegar al puerto? Porque si no lo has hecho, 
probablemente hayas desistido en tus intentos y hayas creído, como muchos, 
que Dios se ha olvidado de tí por completo y no te escucha, cuando tal vez 
Dios ha soplado desde hace mucho, y lo que necesitas es solamente levantar 
tus velas y poner de tu parte...