Pero debo seguir

Autor: Arturo Quirós Lépiz

Web: Mensajes de vida



Aquí estoy con toda la responsabilidad del mundo, pero debo seguir.


Mis piernas me duelen y tiemblan, y he perdido el control de mis brazos  por el cansancio, pero debo seguir.


Mi lengua está hinchada y seca por la falta de agua y mi garganta reseca, pero debo seguir.


Me insultan, gritan, escupen, patean y humillan, pero debo seguir.


Mi espalda y mi frente sangran tanto que siento desmayar...pero debo seguir.


Ahora me clavan y el dolor es terrible y angustiante... pero debo seguir.


Humillado, despojado de toda mi ropa y dignidad humana deseo terminar esto... pero debo seguir.


Ahora siento una pena de muerte; mi corazón se derrite como la cera al fuego, al cargar los errores de todas las personas y me siento tan lejos de mi Padre que mi dolor es incomprensible y no puedo contenerme para decir "Elí, Elí, Lemá Sabactaní", "Papito, Papito, ¿por qué me has abandonado?", pero debo seguir.


Aún siendo inocente, todos mis amigos me abandonaron y ahora en esta cruz pago por los errores de esta y todas las generaciones. El peso es tanto...el dolor tan intenso...la humillación tan grande...pero no puedo detenerme y debo seguir para que ninguno de ellos tenga que pagar un sólo céntimo de esta pesada deuda...Ahora que no tengo fuerzas, que fuí tratado como el peor de los delincuentes, sintiendo asfixia en este madero y viendo como la vida me abandona, solamente pido a mi Padre que estos a quienes tanto AMO, se den cuenta de que he pagado sus deudas y ahora pueden entrar libremente a su Reino si aceptan este sacrificio y me hacen su Salvador y amigo. Les amó MUCHO, pronto volveré..."Todo está hecho..."

Saben, cuando entendí el valor del Sacrificio de Jesús en la Cruz, su cansancio, su dolor, humillación y el saber que VOLUNTARIAMENTE El aceptó esa carga, pagando por MIS errores, por TUS errores, no puedo evitar derramar lágrimas al ver que somos tan malagradecidos, y seguimos cometiendo los mismos errores sin siquiera ponernos a pensar en que no debemos estar atados a ellos y que somos libres, si tan sólo ponemos nuestras vidas en sus manos, pues El ya pagó nuestras culpas.


Hoy tienes la oportunidad de agradecer a Jesús su sacrificio, reconociéndolo como tu Señor, tu amigo, como aquel que lo dió todo por tí...¿podrás hacerlo?