Fundamento de nuestra fe

Autor: Elena Baeza Villena

 

 

¡Ha resucitado! ¡Jesús ha resucitado!, no está en el sepulcro, la Vida pudo más que la muerte. La resurrección del Señor es una realidad central de la fe católica. Esto es lo que después de XXI siglos, nosotros anunciamos al mundo. ¡Cristo vive! Esta es la gran verdad que llena de contenido nuestra fe. El mundo había quedado a oscuras. Sólo la Virgen María era un faro en medio de tantas tinieblas. La resurrección es la gran luz para todo el mundo y, es una fuerte llamada al apostolado, ser luz y llevarla a otros.
Nunca falta la alegría en el transcurso del año, porque todo él está relacionado, de un modo u otro, con la solemnidad pascual, pero en estos días cuando este gozo se pone especialmente de manifiesto, con la Muerte y Resurrección de Cristo, en la que hemos sido rescatados del pecado y de la muerte eterna, con su muerte en la Cruz. ¡Cristo vive!, esta es la gran verdad que llena de contenido nuestra fe.
La alegría verdadera no depende del bienestar material, de no padecer necesidad, de la ausencia de dificultades, de la salud…La alegría verdadera tiene su origen en Cristo. Si miramos a nuestro alrededor y consideramos el transcurso de la historia, observaremos progresos y avances. La ciencia y la técnica quieren dominar la naturaleza hoy en día, a veces en sentido destructivo. Pero en la vida espiritual no hay una nueva época a la que llegar. Ya está todo dado en Cristo, que murió y resucitó.
Nuestra misión de cristianos es proclamar esa Realeza de Cristo, anunciarla con nuestra palabra y con nuestras obras. Por eso debemos salir a su encuentro, esforzarnos por tratarle como se trata a un amigo, a un ser real y vivo como Cristo lo es, porque ha resucitado.