Un crimen que no tiene fecha de caducidad

Autor: Elena Baeza Villena 

 

Todos los días mueren más de doscientos niños, pero parece que ya nos hemos acostumbrado a la alarmante cifra.

Recuerdo el mensaje que nos dejó la Madre Teresa de Calcuta, al recibir el P remio Nóbel de la P az en 1979: "Si aceptamos que una madre pueda suprimir al fruto de su seno, ¿Qué nos queda? El aborto es el principio que pone en peligro la paz en el mundo ".

Parece que estos horrendos crímenes no tienen fecha de caducidad. Ninguna acción por la paz puede ser eficaz si no se opone con la misma fuerza a los ataques contra la vida, desde el momento de su concepción hasta su ocaso natural. No puede haber paz sin respeto por las vidas inocentes e indefensas de los no nacidos.