Agresiones a una compañera

Autor: Elena Baeza Villena 

 

 

Hoy aparece en la prensa de que en Málaga, una menor de quince años ha dado una paliza a una compañera de clase, mientras más de veinte jóvenes gravaban los hechos con los móviles y posteriormente, uno de ellos ha colgado las imágenes en una página Web. No es la primera vez que nos sorprendemos, por hechos de este tipo. Los sondeos así lo indican: por desgracia, una gran parte de nuestros jóvenes se aparta de lo que es bueno para el conjunto de la sociedad, y también para ellos mismos. Conductas violentas, drogas, botellones, graves imprudencias al volante, escaso rendimiento en el estudio o en el trabajo, localismos agresivos y esa pansexualidad que, con sobrada razón, vienen denunciando nuestros obispos no son ya sólo desdichadas excepciones.

Nó, nos debemos extrañar cuando estamos siendo capaces de sustituir los viejos valores religiosos que actuaban como muro de contención moral de la violencia, por esa “ética laica”, según parece, la conclusión a que han llegado estos laicos y modernos de nuestro socialismo es que la palabra y el concepto Dios carece de significación real y que se trata de una voz sin sentido, que no afecta para nada a la mayoría de los ciudadanos de nuestra moderna sociedad.

Si para ellos no hay Dios, si existimos por azar en un mundo meramente fáctico, sin más norma que la casualidad, entonces todos los valores son relativos. El resultado lo estamos viviendo casi a diario, como el ocurrido hoy.