“La única doctrina que salva”

Autor: Elena Baeza Villena 

 

 

Nuestra sociedad está viviendo un impresionante cambio de valores mucho más profundo de lo que haya ocurrido nunca. Lo grave es que se quiere erradicar el mal no luchando contra él, sino convirtiéndolo en bien, a costa de cambiar el orden establecido por Dios a través de la naturaleza y, legislando con un positivismo jurídico casi diabólico.

Jesucristo antes de su Ascensión al Cielo nos dejó el tesoro de su doctrina, la única doctrina que salva. Y les dijo a los apóstoles: “Id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolos…y enseñándoles a guardar todo cuanto os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 19-20).

Por eso, los obispos andaluces, como pastores de la Iglesia Católica comprometidos con la doctrina de la Iglesia han elaborado unas orientaciones pastorales ante las elecciones generales y autonómicas del 9 de marzo. En ellas nos recuerdan que su misión es la de anunciar a Jesucristo y reconocer la dignidad inviolable de toda persona, lo que implica un profundo respeto por la vida y su razón así como por la libertad.

Que no pretenda el señor Bono convertir la Iglesia católica a sus opiniones personales y negar la autoridad, por tanto, a sus pastores legítimos, como hizo ayer ante las cámaras de televisión, sin que nadie pudiera reírse en su cara, que eso del aborto es cosa “de tres cardenales”, como si la jerarquía de la Iglesia, en su conjunto, desde el Papa hasta el último sacerdote, no hubiese condenado a lo largo de la historia este “crimen nefando” que a él, es decir, al señor Bono, le debe parecer uno de los derechos humanos más progresistas de la modernidad.

¿Por qué no dice esas mismas palabras cara a cara a esos tres cardenales, en lugar de irse a la televisión? Pues nada, que siga haciendo el ridículo cuando no esté en presencia de nadie que le pueda subir los colores a la cara.