¿Queremos recomponer nuestras vidas?

Autor: Elena Baeza Villena 

 

 

Con frecuencia escuchamos desastres, como violencia de género, violencia juvenil, gente insatisfecha, el aumento de drogadicción…y hay quiénes dicen ¿es que Dios se ha olvidado de nosotros? Nó, Dios no se ha olvidado de nosotros, somos nosotros los que nos hemos apartado de Él. Yo, suelo hacerles a mis hijos una comparación muy simple. Cuando adquirimos un electrodoméstico, una lavadora, un lavaplatos…antes de usarlos leemos muy detenidamente su libro de instrucciones, si queremos que funcione correctamente. ¿Qué ocurriría, si en nuestras prisas introducimos en la lavadora los platos y en el lavavajillas la ropa sucia? Ya, podemos imaginar el destrozo.

Dios, cuando creó el mundo y vio el desastre que éramos, a través de Moisés, nos reveló “Los Mandamientos de la Ley de Dios”, los que por desgracia son muy pocos los que los cumplen. Unos, porque ya se les ha olvidado, otros porque creen que están pasados de moda, algunos porque no han tenido la oportunidad de que alguien se los enseñe.

Pues, si de vez en cuando los leyéramos e intentáramos cumplirlos, ¡como nos iría la vida! Y, aún más, podemos fallar una y mil veces, “destrozados, hechos añicos, como los platos y la ropa”, pero la Misericordia Divina es tan infinita que cuando existe el verdadero arrepentimiento y acudimos al Sacramento de la Penitencia, el Señor, una y otra vez y todas las veces, nos pondrá unas lañas para recomponernos, hasta dejarnos en perfectas condiciones de funcionamiento. O sea, con una abundante gracia y llenos de amor, para seguir haciendo el bien , comprendiendo, compartiendo, ayudando y sobre todo amando.

Gracias, que se adquieren a través del sacramento de la penitencia.