El cuidado del arreglo personal

Autor: Elena Baeza Villena 

 

 

Aún no ha llegado el verano, aún no ha llegado el calor, pero ya empezamos a ver como algunas mujeres, que se creen muy libres, porque son capaces de liberarse de su ropa. ¡Pobre gente! Ignoran que la verdadera libertad reside, no en mostrar sus vergüenzas, sino en no dejarse llevar por la corriente. La libertad ha perdido su verdadero sentido para convertirlo en libertinaje.

¿Por qué tienen que vestir las mujeres como quieren unos cuántos desaprensivos? ¿Es que las mujeres no sabemos perfectamente que es lo que nos sienta mejor? Si nos empeñáramos, lograríamos imponer nuestro criterio sano, elegante y que no nos degrade, que es lo pretenden muchos.

El arte de vestir es un conjunto de cualidades externas, visibles, que reflejan el equilibrio, la personalidad y educación de la mujer y, está relacionado con lo más íntimo de la persona. Con el vestido expresamos la alegría o la tristeza, la autoridad y el poder, el orgullo y la sencillez, la riqueza y la pobreza. Una buena presencia eleva los pensamientos y facilita la convivencia. El cuidado del arreglo personal es, primera manifestación natural de la condición femenina.

Para muchos profesionales, la moda no significa más que un negocio, que pretenden infiltrar en todos los ámbitos y, concretamente reducir a la mujer a un objeto de placer.

La mujer debe saber descubrir que el valor de la belleza está en el interior de la persona y, no en la ropa que le diseñen algunos.