Ejemplos que rompen moldes

Autor: Elena Baeza Villena 

 

 

En estos días que tanto se habla de los fichajes del Real Madrid, Ricardo Izecson Dos Santos, para todos conocido como “Kaká”, su referencia sea solo que es un centrocampista de los mejores del mundo y tal vez muchos no sepan que este joven a sus 18 años tenía un futuro futbolístico privilegiado y una carrera llena de esperanzas sufrió un accidente al chocar su cabeza contra el fondo de una piscina que, tras romperse una vértebra, pudo quedar parapléjico. Pero él que había recibido un don especial a pesar de esta prueba no pierde su fe en el Dios que desde su niñez había creído, sino que se agarra con más fuerza y sale adelante de esa prueba.

Ahora a pesar de su fama no se cansa de recordar que lleva una pulsera con el mensaje de “Jesús”, sus botas el lema de “Dios es fiel” y no tiene reparo en mostrar otro mensaje en una camiseta con la frase “Pertenezco a Jesús”.

“No es típico que uno de los jugadores más importantes del mundo decore su taquilla del vestuario con salmos de la Biblia o que rece antes y después de cada partido…Kaká es diferente y, con ejemplos como el suyo, se hace incuestionable que la fe puede romper los moldes, sin embargo, los riesgos son inmensos: ni él ni nosotros, olvidemos nunca la Escritura cuando afirma que de nada le sirve al hombre amontonar tesoros en la tierra y ganar el mundo entero si, con ello, pierde su vida para siempre” (Carlos González, colaborador de la programación socio-religiosa de COPE).

Ya tiene la afición española un referente para imitar y que no se avergüencen como muchos de proclamar sus creencias ante la opinión pública. ¿Por qué se puede hablar libremente y en todas partes de fútbol y sin embargo está mal visto hablar de Dios en público?

Gracias Kaká por tu airear tu fe.