Suicidio, primera causa de muerte en España

Autor: Elena Baeza Villena 

 

 

Hoy hemos sabido, según informe del Instituto Nacional de Estadística que en nuestro país, el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte natural. No seré yo quién juzgue los motivos que han podido llevar a estas personas tomar esta decisión.
Estamos en una sociedad que prescinde de Dios y alaba comportamientos "alegremente transgresores", sin normas y consideraciones morales, lo que lleva al "consumismo y a la desesperanza". El deseo siempre insatisfecho con el que convivimos a diario no es una condena. Lo que ocurre que cuando una sociedad que prescinde de Dios y que comprende la realidad como si él no existiera, en cuánto surge un problema como no tiene una fe a dónde agarrarse, no encuentra otra solución.
Al leer la carta que ha escrito Monseñor Francisco Gil Hellin, titulada “Una sociedad enferma” que aunque a muchos pueda sorprender yo la he entendido con bastante claridad, por ejemplo cuando dice: “lo que ahora necesitamos en España con absoluta urgencia es volver a Dios. Tenemos, ciertamente, hambre de pan –paro alarmante-, de cultura –bajísimos niveles educativos-, de bienestar –más y mejores coberturas sociales-. Pero la necesidad más urgente y general es reconocer que tenemos que dar un cambio ético radical, salir de nuestro egoísmo y entrar en la lógica del don, de la gratuidad, de la solidaridad, del respeto mutuo, de la paz social y familiar, de los conceptos de bien y de verdad. Digámoslo claramente: necesitamos reconocernos pecadores, acudir al perdón y reiniciar el camino del bien y de la verdad”.
Por eso, digo yo, que si tuviéramos la certeza de que Dios nos espera, como el padre de la parábola, extendidos los brazos, aunque no lo merezcamos. No importa nuestra deuda. Como en el caso del hijo pródigo, seguro que un buen numero de estas personas que en su día decidieron quitarse la vida “tal vez” por una pequeñez, no lo habrían hecho. ¿Por qué no intentamos volver a Dios?, Él siempre nos acoge.