Dime, amado

Autor: Camilo Valverde Mudarra  

 

 

Dime, amado del alma, dónde encierras
tus ovejas y tienes tu majada;
qué verdes pastos andas por las sierras, 
dónde duermes y pones tu morada.
Voy preguntando cuáles son tus tierras
y, sin respuesta, quedo conturbada.
Dime, dónde apacientas tus pastores 
para yo hallar, amado, tus amores. 

Me pareció sentir que ya venía, 
salí corriendo a abrirle con premura
y mirra destilada le ofrecía;
adorándolo, absorta en su hermosura,
con la mirra, mi amor yo le traía;
soñando con sus brazos de ventura,
entreabrí, pero raudo había partido;
bajé al camino y verlo no he podido. 

Mi amado es mío, mío y muy amado
y yo soy de mi amado, mi elegido;
con la aurora, condujo su ganado;
tras la brisa, busqué de amor transido
subí al monte, bajé presto al collado;
pues, ya, la noche, sombras ha tejido,
vuelve, amado, rebasa las laderas,
corre como gacela en las praderas.