El cantar de los cantares

Autor: Camilo Valverde Mudarra

                                                                               

 

            El título es un superlativo análogo al que designa el lugar más sagrado del templo: santa santorum, o al rey más augusto: Rey de reyes. Viene a expresar la alta perfección del libro, el Cantar es sacrosanto.

 

1.FECHA DE COMPOSICION Y AUTOR

 

            La atribución del Cantar a Salomón es una ficción literaria, lo mismo que en el caso de los Proverbios, del Eclesiastés o de la Sabiduría. La lengua del Cantar cargada de arameísmos propios de la época postexílica y algunas expresiones de origen persa, nos colocan en el período después del destierro. El tema mismo del libro, que constituye una reflexión sobre la doctrina profética, señala en la misma dirección. Los autores piensan en la primera mitad del s. IV a. J.C. como fecha de composición.

 

2. PLAN:

 

            Presenta un diálogo entre dos amantes, que se buscan celosamente, que aspiran al mutuo amor y a la mutua posesión; siete veces en el Cantar, se reúnen y se separan luego con la esperanza siempre de encontrarse y entregarse definitivamente. El siete, número de plenitud, apunta la perfección del amor. No es fácil seguir el hilo conductor de los distintos cantos escenas y situaciones. La séptuple distribución, desarrollada en paralelo, puede fundarse en la celebración de siete días de festejos nupciales del folklore oriental. Los autores dan diferentes divisiones, nosotros, aquí,proponemos un Prólogo y Siete Cantos:

            - Prólogo 1,2-4: la esposa aspira encontrar al esposo.

            - Primer canto: 1,5-2,7: Anhelos de la esposa 5-7. El coro la invita a la esperanza v.8. El esposo se hace presente 9-11 y sigue un diálogo en que vierten los sentimiento de mutua admiración 1,12 - 2,5. Su unión no es segura todavía 6-7.

            - Segundo canto 2,8 - 3,5: Ambos esposos se buscan; ella describe al amado que corre a su lado 8-16, se encuentran en la ciudad 2,17 - 3,4. Palabras del esposo v.5.

            - Tercer canto (3, 6‑5, 1): Se abre con la descripción de un cortejo triunfal que conduce Salomón (6‑11). El esposo se muestra cada vez más enamorado (4, 1‑5). Fija un sitio para el encuentro (v. 6) y la invita en términos apasionados (8‑15). La esposa lo acoge (v. 16). Palabras del esposo (5, 1).

            - Cuarto canto (5, 2‑6, 3); La esposa se muestra todavía reticente (2‑3). Abre al fin la puerta de su casa, pero el esposo se ha ausentado (4‑6); sale en su busca y hace una descripción de él (6‑16). Tiene lugar el encuentro; la posesión mutua es inminente (6, 1‑3).

            - Quinto canto (6, 4‑12): Es un himno de exaltación de las bellezas de la amada. El esposo la admira y queda prendado.

            - Sexto canto (7,1- 8.4: El coro, la invita a venir (7, 1). La esposa, a su vez, expresa su amor (7, 10‑8, 3), y responde el esposo con declaraciones de amor (1‑10).

            - Séptimo canto (8,5- 8,14): Se manifiesta el amor mutuo, irrompible y eterno. La esposa rechaza todo otro amor, pues el que tiene es inestimable. Palabras del esposo (v. 4). Sigue luego, la posesión definitiva (5‑7). Los v. 8‑12 son como reflexiones sobre el Cantar, añadidas posteriormente.

           

3. GENERO LITERARIO

 

            Si bien se mantiene fundamentalmente dentro del género lírico el Cantar es uno de los pocos libros bíblicos que se acercan algo al drama. Existe diálogo con cambio de escenas y se da también una cierta intriga con un ritmo ascendente que encuentra un desenlace final. Los esposos expresan sus sentimientos afectivos de un modo vivo y aun crudo, conforme al género literario nupcial de las fiestas de los desposorios en el Antiguo Oriente. Como realidad o motivo, el amor, también el humano, es uno de los temas nucleares de la literatura bíblica. Dios es amor (1 Jn 4,8). Afirmando el amor humano, es posible descubrir en él la revelación de Dios.

            El Cantar es de gran riqueza literaria. Se cantan la hermosura y las delicias del amor y toda una constelación de imágenes y realidades sirven a este fin. Llama, sobre todo, la atención la viveza que cobra la naturaleza y la geografía: Cédar, Salma, Engadi, Sarón, Líbano, Hermón, Galaad, Tirsa, Jesbón, etc., son para el autor realidades vivas. Estas alusiones muestran, además, la vivencia de los israelitas por sus ciudades. El vocabulario del libro sugiere una atmósfera íntima y entrañable para el hombre medio: viñas, gacelas , perfumes.

 

4. INTERPRETACIONES DEL CANTAR

 

            Antes conviene recordar algunas nociones de hermenéutica. Todo libro sagrado comporta un sentido literal, el que directa e inmediatamente expresan las palabras del texto, que puede ser:  propio o figurado, según que las palabras estén tomadas en su sentido nativo y literal o en sentido figurado. Cuando el sentido figurado se extiende a toda una narración, se llama alegoría.

            Al sentido literal, tanto propio como figurado, puede añadirse o sobreponerse un sentido típico, ya que Dios puede ordenar algunos personajes o hechos históricos a significar realidades superiores y futuras (léase a este propósito lo que dice 1 Cor l0,1‑11).

 

            a) Interpretaciones antiguas.

 

            En la tradición judía, ha prevalecido la interpretación alegórica: el Cantar describe los desposorios místicos entre Yavé y el pueblo elegido. Se apoya en el libro apócrifo llamado cuarto de Esdras, sobre todo, por los Targumim y el Talmud.

            Los cristianos adoptaron esta misma interpretación: Cristo y la Iglesia de la Nueva Alianza. Luego, en algunas aplicaciones más concretas, se considera a la esposa como figura del alma humana o de la Virgen (S. Bernardo).

            Una voz discordante, la de Teodoro de Mopsuesta, s. IV, interpretado el Cantar en sentido literal como la descripción del matrimonio de Salomón con la princesa egipcia. Esta exégesis fue descalificada y no reapareció hasta el s. XVI, que vio un drama lírico entre un pastor y una pastora y en s. XVII, queriendo armonizar la literal alegórica y la literal propia, mediante la interpretación típica. El Cantar evocaría, los amores de Salomón con una de sus esposas (la hija del faraón, Abisag), pero estos amores estaban ordenados por Dios a significar la unión mística de Yavé con su pueblo y de Cristo con su Iglesia. Había nacido la interpretación típica.

 

            b) Del s. XVIII a nuestros días.

 

             A partir del s. XVIII nos encontramos una triple interpretación; la alegórica recibe variaciones de tendencia filosófica y política. Se pretende descubrir en el Cantar:

 

‑ Las bodas de Salomón con la sabiduría.

‑ La unión entre los reinos de Israel y de Judá.

‑ Las incidencias de la alianza desde el Éxodo hasta la venida del Mesías.

 

            Paralelamente, la interpretación literal recibe nuevas elaboraciones. Basado en los cantos nupciales, recogidos en Siria, K. Budde propondrá una interpretación folklórica: el Cantar es una colección de cantos de amor en honor de los nuevos esposos, que eran considerados como rey y reina durante la semana siguiente a la boda. En este sentido, merecen nuestra atención los cantos de amor egipcios, algunos de los cuales presentan sorprendentes afinidades de estilo y vocabulario con el Cantar de los Cantares.

 

            c) Posiciones actuales. El Cantar ha vuelto a estar de gran actualidad entre los exégetas:

 

            - Muchos, entre los católicos, siguen fieles a la interpretación alegórica o a la típica.

            - Existe también una corriente cada vez más fuerte en favor de la interpretación literal, propia, según la cual, el Cantar es un canto nupcial destinado a celebrar el amor mutuo de dos seres humanos tal cual Dios lo ha querido entre hombre y mujer, una lección para todo matrimonio, ya que el diálogo entre amado y amada expresa el afecto y la fidelidad que son propios del estado matrimonial. El Cantar sería el testimonio vivo de Gen 3, 16 el anhelo de la mujer hacia el hombre, palabras del Génesis.

 

            d) La interpretación alegórica del cantar en su contexto bíblico.

 

            El Cantar es una parábola bajo el símil del matrimonio para expresar las relaciones amorosas de Yahvé y su pueblo, muy corriente en la literatura profética.

            Estos textos proféticos descubren el proceso seguido por el Cantar. También la esposa del Cantar ha de esperar largo tiempo hasta llegar a la unión definitiva con su amado. El ritmo mismo seguido por el Cantar parece reproducir las incidencias de la historia de Israel; cada poema del Cantar puede resumirse en: tensión y reposo. La tensión se halla en la contemplación admirativa, en el deseo abiertamente manifiesto en los llamamientos y respuestas, en la búsqueda anhelante. Por reposo se entiende la posesión mutua, que se da al final de cada sección, y que es definitiva al final del Cantar.

            Es el drama del pecado, del arrepentimiento y del perdón, que se esconden detrás de las peripecias conyugales de Israel con Yahvé. El pecado rompe los lazos del amor; para restablecerlos se hace necesaria la conversión y el arrepentimiento

            El tema veterotestamentario se continua en el Nuevo Testamento: Mc 2,19; Jn 3, 29; Mt 22, 1‑14; Lc 14, 16‑22; Mt 25, 1‑13; Ef 5, 22‑23; Apoc 19, 7; 21, 9.

            El Cantar se presenta en este sentido como la culminación de una corriente bíblica que arranca de Oseas y cuyo tema fundamental es la mística unión conyugal de Yahvé con Israel.

 

‑ Yahvé se ha desposado con Israel: Os 2,2; Ez 16,8, mas, no habiendo guardado fidelidad: Os 2, 7; Jer 2, 20‑25; 3, 2‑10; 13, 27; Ez 16, 15‑34; 23, 2‑8. 11‑21, Dios la repudió como adúltera: Os 2,,4‑6; Jer 3, 8.

* Dios siguió amando a Israel y la sometió a distintas pruebas con el fin de que se corrigiera: Os 2, 8. 9.11‑13; Ez 16, 35‑41; 23, 9‑10. 22‑26.28‑3ñ. 45‑48;

                        * su deseo de recobrar a la infiel es grande: Jer 3,7. 12‑18; 4, 1‑4; Ez 3, 26‑27;

                        * el pueblo aspiraba también al retomo: Os 2, 9; Jer 3, 4. 5. 22; 4, 31.

 

            ‑ El perdón, sin embargo, se hace esperar: Jer 3, 1.5. 22,

            ‑ ya que Dios no se contenta con promesas fáciles: Jer 2, 29‑37;

            ‑ el pueblo se ve obligado así a confesar y reconocer su fragilidad: Jer 31, 19; Is 63, 15‑64, 11.

                        * Es necesario que Dios intervenga con todo su poder misericordioso: Os 11, 8‑9.

* Dios mismo obrará la reconciliación y restablecerá a su esposa a su primer estado: Os 2, 16‑25; Ez 36‑37; Jer 31, 20. 40; Is 51; 52; 54; 60; 61; 62.

* Entonces se renovará el idilio de los días del desierto: Os 2, 16‑17. 21‑22 (la esposa y el esposo se poseerán para siempre).

 

5. CANONICIDAD Y USO LITURGICO

 

            El silencio que se observa en el Cantar a propósito del Dios de la alianza, de los temas proféticos y de los grandes acontecimientos de la historia de Israel, indujeron a ciertos rabinos a dudar de su inspiración sagrada. Sin embargo, en el concilio judío de Yamne se acordó seguir manteniendo su canonicidad. Rabí Akiba defendió calurosamente esta decisión en el s. II de nuestra era. Excepción hecha de Teodoro de Mopsuesta, cuya interpretación tendía a disminuir la inspiración del libro, el Cantar ha sido tenido siempre como canónico en la tradición cristiana, a pesar de no hallarse citado en el N. T. El II Concilio de Constantinopla condenó la interpretación profana del poema.

            El Misal y Breviario romanos citan frecuentemente textos del Cantar y los aplican en sentido acomodaticio a la Santísima Virgen y a otras mujeres santas, por ejemplo, a Santa María Magdalena.

            Todos los cristianos pueden encontrar en él lecciones saludables. Es el drama del pecado, del arrepentimiento y del perdón, que se esconden detrás de las peripecias conyugales del pueblo elegido con Yahvé. El pecado rompe los lazos del amor; para restablecerlos se hace necesaria la conversión y el arrepentimiento; la justificación es un don gratuito, obra del poder y la misericordia de Dios y ésta, por la gracia, constituye la posesión o felicidad perfecta.

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BIBLIOGRAFÍA ESCOGIDA:

 

            1. González Lamadrid, A. “Lírica Sagrada”. Cursos bíblicos. PPC. Madrid, 1971

            2. Profesores de Salamanca “Biblia Comentada” Tomo IV. B.A.C. Madrid, 1967

   3. VV.AA. “Comentario al A. T.” Tomo II. La Casa de la Biblia. Madrid, 1997