Ojos agostados 

Autor: Camilo Valverde Mudarra

 

 

Ayer Chechenia,
hoy Mozambique,
mañana Uganda.
Y fue Kosovo y Timor,
Venezuela y Guatemala,
Africa y La India
Brasil y Turquía.
El suburbio y la chabola.
Aquí o allí. Es igual.
Siempre el mismo frío,
el mismo dolor,
el mismo gemido,
el mismo océano sin sol.
La patera, el Estrecho
y la puerta de la Catedral.
Hambre y sed,
andrajos de injusticia,
harapos de rencor.
Hombres de indigencia,
mujeres de opresión,
niños para la bomba,
niños de prostitución,
de fusil al hombro,
grey de gleba y esclavitud.
¡Manos retorcidas!
¡Ojos agostados de llorar!
Venid, juzgad y mirad
las poltronas hediondas
con rameras ataviadas
de joyas oblongas 
en mansiones decoradas;
los avaros en bancos sacrosantos 
ahítos de plata y camas redondas,
indemnes e insensibles al quebranto
con panzas gordas y caras orondas,
ajenos al dolor y lejos del espanto.