¿Más pecados?

Autor: Clara Jiménez



Periodistas de todos los colores se han escandalizado ante la
proclamación vaticana de las formas de pecar que nos han traído los
nuevos tiempos. Es innegable que el tráfico de estupefacientes o
drogarse son pecaminosos. Y se comprende al ver un jeque conduciendo
un Audi con carrocería de plata maciza que lo de "ser demasiado rico"
puede ser una afrenta contra los que se mueren de hambre. Jesús en su
tiempo ya advirtió del peligro de las riquezas que endurecen el
corazón si se usan egoístamente. La corrupción del planeta, regalo de
diseño y belleza excepcionales de Dios al hombre, también es perversa
si éste sufre daños, incluso la muerte, por falta de agua potable o
por emisiones contaminantes. Nada hay nuevo bajo el sol: sólo el que
ama está libre de pecado.