Gays y niños

Autor: Clara Jiménez



Dawn Stefanowicz creció con su padre gay y fue expuesta al estilo de
vida homosexual; según su testimonio: cambio de parejas,
conversaciones y abusos sexuales desde corta edad, voyeurismo,
travestismo, sodomía, nudismo gay, pornografía, lesbianismo y
bisexualidad, alcohol, drogas y abandono del hogar. A pesar de que
ella perdona a su padre, considera que los "matrimonios" del mismo
sexo son injustos para los niños e insta a los gobiernos a no
legalizarlos. Ella afirma que la ansiedad, la baja autoestima, el
miedo, las ideas suicidas, la confusión en la identidad sexual, la
depresión e inseguridad, y un daño profundo e irrecuperable a su
inocencia de niña, unido a un perjuicio indeleble a su conciencia,
hicieron presa de ella.
Si los gobernantes escucharan sus conciencias, también ellos
accederían a rechazar la homosexualidad por contravenir la moral y la
dignidad personales y mucho más la adopción de niños. Los niños son lo
más sensible que hay y no pueden ser violentados sexualmente sin que
suponga un trauma irreparable. La homosexualidad es ante todo una
exaltación del sexo por el sexo, y el amor verdadero, que los niños
necesitan para su desarrollo, no tiene cabida.