Cuando te llamas Jesús

Autor: Claudio De Castro

 

 

Solía trabajar en una empresa que empacaba diferentes productos. Cada vez que una maquinaria se dañaba, había que llamar a un ingeniero experto, que la reparaba. Se llamaba Jesús.

Una vez lo llamé a su oficina y le dije: “Jesús, necesitamos que nos ayudes”. En ese momento pensé: “Qué curioso... suelo decirle: “Ven Jesús”. “Hola Jesús”. “Qué bueno que llegaste, Jesús”. “Pasa adelante Jesús”. ¿Quieres un vaso de agua Jesús? “Siéntate Jesús”.

Y cuando se marcha le digo: “Gracias Jesús”.

Entonces reflexioné: ¿Qué tal si hiciera esto con Jesús Sacramentado?

Hoy, durante la misa, recordé este episodio, miré al Santísimo y le dije a Jesús: “Qué bueno sería tratarte con tanta familiaridad”.

Es una idea que me encanta.

Al llegar a misa y entrar a una Iglesia le daré un cariñoso: “Hola Jesús”. Él se merece esto y más.

La iglesia está repleta. ¿Cuántos tendrán a Jesús en sus pensamientos? ¿Le darán la alegría de un saludo?

Vale la pena, este gesto tan sencillo, que él espera de nosotros. Una pequeña muestra de nuestro amor.