Campaña "pro baby"

Autor: Clemente Ferrer Roselló

 

 

 Una campaña de publicidad germana ambiciona alcanzar "una mayor aceptación social de los niños". Se trata de una docena de anuncios que se están exhibiendo en los rotativos alemanes para impulsar la progenitura. Además se ha elaborado un spot televisivo de dos minutos de extensión que se emitirá, sincrónicamente, en los canales de televisión más grandes germanos con el siguiente mensaje: "Nos vuelves locos. Lloras toda la noche. Te orinas en la cama. Te salen los primeros dientes y luego, incluso, el sarampión. Primero el parvulario, luego el colegio y con 15 años nos tienes a nosotros. Si, tú nos haces locamente felices. Tu adquisición es gratuita. Luego se vuelve cara. Necesitas tiempo y espacio. Nos cuestan los zapatos nuevos, la televisión grande y las vacaciones en la costa. Tú no eres un lujo, ni eres impagable. Hay muchos motivos para no tener hijos y el mejor para tenerlos: tú. No puedes hablar y nos explicas el mundo. No puedes correr y nos ayudas a dar un salto. Aprendes tanto cada día y nos enseñas mucho más. Nos muestras que nunca es mal momento, sino realmente el mejor para recibirte. Tienes padre y madre y necesitas todo el país para crecer felizmente. No estás sólo, sino que eres nuestra tarea más valiosa. Tú haces de dos personas una familia, de la vivienda más pequeña, un lugar de juegos y aventuras y, de fideos y salsa de tomate, una comida de fiesta". El comercial termina con el enunciado siguiente: "Necesitamos más como tú, porque sin ti el presente no es divertido y el futuro ya pasó. Tú eres Alemania" . Resumen de Belén Ester Casas, publicado en el Semanario Alba.

 

 Es una rareza el no sentir la alegría que proporcionan los niños. Entonces,  ¿ por qué hay matrimonios que no los quieren o se conforman con uno o dos a los más? ¿ ¿Será, en bastantes casos,  porque somos masa y no se tiene personalidad?  Desde hace decenas de años, se nos está presentado desde infinidad de medios, que los niños son un estorbo para la prosperidad económica y social. No es así: los niños son fuente de dicha y de esperanza, y, de ordinario, es verdad que traen "un pan a casa". ¡Cuántas familias se han enriquecido gracias a sus hijos, a los que enseñaron la virtud del trabajo, del ahorro  y de la generosidad! ¡Cuántas se debaten entre la soledad y la tristeza por falta de hijos o por el egoísmo que creció en ellos por no tener con quién compartir en casa! Sucede como en la nueva versión del cuento de la hormiga y la cigarra.