Una epidemia mortal

Auto: Clemente Ferrer Roselló

 

 

Al aparecer el SIDA, hace casi tres décadas, los versados en inmunidad acordaron una maniobra para aquietar la propagación de la mortal epidemia en el Tercer Mundo, la distribución de preservativos. Se emplearon millones de dólares en una campaña capitaneada por las agencias de salud de la ONU y alentada por algunos Estados. Pero lo que se creía una forma eficaz de luchar contra la enfermedad tuvo muy poco impacto entre los africanos, el continente más afligido por esta plaga.

Actualmente, muchos especialistas están solicitando una nueva destreza contra el SIDA en África, declarando que hay poca certeza de que el procedimiento actual esté originando buenos resultados.

Además, existen ciertas dudas sobre la eficacia de esta estrategia, como que la indigencia y la conflagración bélica fueran las raíces del Sida en el continente africano, no tiene un apoyo rigurosamente científico, afirman los eruditos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard y de la Universidad de California.

En cambio, aclaran que es posible que se consiga un mejor impacto con acciones que estimulen la disminución de parejas sexuales y fomenten la abstinencia hasta el matrimonio, esta práctica en algunos países está dando excelentes resultados. El azote del Sida se ha extendido en todo el universo, pero aflige con mayor pujanza en África, más del 12 por ciento de los mayores están contagiados con el virus VIH.

Los eruditos confirman que la propagación del Sida se concentra en los casos de: promiscuidad, relaciones homosexuales especialmente entre hombres, todo ello complicándose más con la drogadicción. Añaden que en algunos lugares del continente africano el VIH se ha contagiado más allá de esos colectivos denominados de alto riesgo.

Agregan a la investigación, que no existe una prueba específica que demuestre que el empleo del condón haya sido un elemento clave en el descenso del Sida. Entre otras cosa por que se producen en 15 % de fallos y por que los colectivos de alto riesgo no están para condones. Lo que si ha conseguido esta práctica a sido un aumento de la promiscuidad.

De la misma forma, la reducción de parejas sexuales y el fomento de la abstinencia antes del matrimonio, parece haber desempeñado un papel clave en el menor número de casos de VIH en Uganda, Kenia, Zimbabue, Costa de Marfil, y en las zonas urbanas de Malawi y Etiopía, señalan los científicos. Tal vez sea este el camino a seguir
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