La droga es la muerte

Auto: Clemente Ferrer Roselló

 

 

La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción ha divulgado una nueva campaña publicitaria para prevenir las secuelas del derroche de la cocaína bajo el lema: "60 por ciento mas de sufrimiento". Se está luchando por la vida que es sagrada y nadie ni nada debe atentar contra ella. La droga es la muerte, la inmolación de millones de seres ingenuos, en aras de uno de los más sucios y terribles negocios que ha conocido la humanidad. Luchar contra la droga; con una educación adecuada, con una menor permisividad, con un mayor respeto a la persona, con el ofrecimiento a la juventud de una perspectiva vital.

Los jóvenes españoles de 15 a 24 años califican que el derroche de estupefacientes es dañino, pero que lo consumen para verse integrados y porque estiman que es "lo normal a su edad". Este es uno de los principales resultados de la indagación; "La lectura juvenil de los riesgos de las drogas: del estereotipo a la complejidad", ejecutada por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, a través de 1.200 consultas y seis grupos de discusión. Se busca investigar como disciernen los adolescentes españoles el lance de la dilapidación de alcaloides.

Casi todas las pericias para la prevención del consumo de narcóticos se han asentado en que alzando esa sensación de peligro se prevendría el empleo de drogas. Sin embargo, en la indagación se pone de manifiesto que el barrunto de los peligros no es bastante si no se tienen en cuenta otros factores.

Los adolescentes de nuestro país juzgan que la substancia más grave es la cocaína, seguida de las píldoras, el cannabis, el alcohol y, por último, el tabaco. Asimismo opinan sobre las ganancias de la dilapidación de estimulantes. El 89 por ciento de los muchachos juzgan que no gratifica nada el derroche de pastillas, el 87,1 por ciento opina lo mismo de la cocaína, el 70,8 por ciento del cannabis, el 56,9 por ciento del alcohol y el 57,1 por ciento del tabaco. Los dos enigmas básicos son de carácter relacional, peleas con los allegados: un 16 por ciento y de robustez un 14,2 por ciento. Les siguen los atropellos, con un 11,7 por ciento, y los aprietos mentales, el 10,4 por ciento.

"La lucha contra el mercado y el consumo de drogas. La voluntad de detener esta perniciosa amenaza para el tejido social, que promueve el crimen, la violencia y contribuye a la destrucción física y emocional de muchas personas, exige un compromiso político, cooperación internacional y el apoyo de toda la comunidad", afirmó Benedicto XVI.