Guía de la perversión en la Educación para la ciudadanía. Diego Quiñones Estevez

Si la mayoría de los padres aún no se lo quieren creer, porque viven en la inopia de mirar hacia otro lado, porque dormitan en la tranquilidad materialista del hedonismo y del consumismo.

Si muchos padres parecen decir, que lo de la Educación para la ciudadanía y los derechos humanos no va con ellos, no afecta en la educación de nuestros hijos, y que, la educación en declive, como otros gravísimos problemas por la que nos aboca la

democracia totalitaria del nacionalsocialismo (el terrorismo, la eutanasia activa y pasiva, le inmigración inhumana, el aborto libre, la clonación de embriones humanos, la unidad y la identidad de España, el anticatolicismo y el anticristianismo mediático-político) son de exclusiva competencia de los políticos a los que ellos votan en las elecciones, y aquí se acabó nuestra responsabilidad democrática, se equivocan, y lo que es aún muchísimo más grave, están poniendo en peligro la educación integral de sus hijos, están propiciando que el futuro de sus hijos, sea un futuro sin libertad ni dignidad.

La educación ha llegado a tal grado de degeneración, después de varias décadas de aplicación en los sistemas de enseñanza socialista, de las teorías y praxis neomarxistas de la LODE (1985), de la LOGSE (1990), y ahora, con la culminación de las mismas que es el intervencionismo estatal del relativismo laicista y de la perniciosa ideología de género, que es la LOE(2006).

Nada más hay que comprobar lo que supone la LOE, con lo que ha sido la intromisión de una materia obligatoria que es Educación para la ciudadanía, el manual perfecto de lo que es el socialismo laicista, que aún mantiene de sus orígenes, la nostalgia por la lucha de clases fundamentada en las revoluciones sanguinarias y terroristas a las que acompaña las revoluciones sexuales como la del fracasado Mayo Francés del 68, y ahora, algo impensable porque es propio del siglo XX, la revolución sexual-laicista del socialismo porno-zapateril-blasfemo.

El socialismo y el comunismo, como ideologías, fracasaron por inhumanos y totalitarios, pero de ellos sólo ha quedado la revolución sexual, que se quiere hacer realidad a través de la enseñanza pública y los medios de comunicación y de difusión cultural en manos del poder político. Por si la inmensa mayoría de los padres no lo saben, o se inhiben y no quieren enfrentarse con los hechos consumados y programados por el socialismo laicista a lo largo de varias décadas de asalto a las instituciones democráticas, se ha llegado al límite en la educación pública: la Guía de Recursos para la programación ideológica de los profesores-comisarios que se presten a que se imponga la materia obligatoria de Educación para la ciudadanía, es la evidencia, que muchos padres no quieren ver, de que sus hijos van a ser manipulados para que sigan las consignas de la neomarxista y neoliberal ideología de género, que impone por la fuerza, una sexualidad perversa y pansexual, pornográfica y degradante que prostituye lo que ha de ser una verdadera educación sexual, que no es asunto del estado, ni de ninguna ideología, ni de ningún grupo de tendencia sexuales y radicales como son los grupos gays y de lesbianas.

La libertad para la educación sexual, que es inherente al derecho a la libertad de educación, es un derecho y un deber exclusivamente de las familias, tal y como especifica en la Declaración Universal de los Derechos Humanos(1948), tal y como se defiende en la Constitución Española(1978) y en todas las constituciones de las democracias participativas.

Con la Guía de Recursos, el socialismo culmina un largo proyecto de destrucción y deformación de nuestras generaciones de niños, adolescentes y jóvenes porque es una Guía que conduce directamente a la perversión sexual, a la perversión de la antropología natural y universal basada en el matrimonio y la familia, hombre y mujer.

Es una Guía que pervierte los valores del amor y el respeto al cuerpo y a la conciencia personal y social porque los reemplaza por los contravalores totalitarios institucionalizados desde las decisiones ideológicas en el poder, contravalores que atentan contra el derecho a la vida, a la libertad de creencias, de opinión y de comunicación.

Una Guía que desvirtúa la verdadera democracia constitucional que se basa en el pluralismo y la independencia de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial; una Guía que pervierte la Historia ya que destruye la verdad de los hechos al falsearlos con el revisionismo del odio y la mentira como es el terrorismo, donde las víctimas son despreciadas y los terroristas ensalzados en nombre de un pacifismo de la rendición;

una Guía que deprava las conciencias de los más inocentes, que son nuestros niños, adolescentes y jóvenes a los que se les niega y prohíbe una educación integral que los desarrolle como personas en todas las dimensiones, la humana y la transcendente, la física y la psicológica, la moral y la ética, la intelectual y espiritual; una Guía de competencias básicas para la Educación de la ciudadanía, para la manipulación de una ciudadanía pasiva y deformada, competencias básicas que deben estar presentes en todas las disciplinas educativas, y que se enfocan como un ataque directo a la materia voluntaria de Religión, ataques y persecuciones al sentido transcendente de la vida, como siempre, como es propio de las raíces marxistas del socialismo ateo, agnóstico, relativista, masón y jacobino.

Una Guía que destruye el orden moral y lo reemplaza por un relativismo nihilista e inmoral en manos del socialismo laicista; una Guía que invade la libertad de conciencia para destruir en ella la presencia de Dios y así invadirla con el ateísmo de la libertad sin límites ni responsabilidades transcendentales[1], sin una moral objetiva universal, ya que todo está teledirigido por la conciencia suprema de las decisiones del consenso y las leyes del parlamentarismo demagógico que controla nuestra vida privada y social.

Una Guía del multiculturalismo que desprecia la propia identidad de la espiritualidad cristiana y del pensamiento de Occidente porque el multiculturalismo es la confusión de las ideas de la dictadura del relativismo para mantener en la ignorancia global a las masas y controlarlas para los caprichos despóticos del socialismo laicista, del socialismo indigenista y populista o del liberalismo laicista y economicista.

Una Guía para dar riendas suelta a los instintos, a las necesidades contingentes del azar y a las apetencias que satisface el estado de la democracia totalitaria y que manipula la libertad, la felicidad, el bien común y la solidaridad; una Guía de la teoría y la praxis del narcisismo nihilista[2] y relativista que desprecia la responsabilidad, la ley moral y el reconocimiento de la realidad y de la verdad en la que se vive con todas sus consecuencias.

La Guía de Recursos es una Guía de la perversión en la Educación para la ciudadanía, que seguirá siendo aplicada sin contemplaciones por el laicismo radical-socialista, si las familias y las personas que aprecien la libertad de educación, no lo impiden, arrojándola, primero a una trituradora de papeles y luego al horno crematorio del olvido.

[1] Monseñor Fernando Sebastián Aguilar, Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela, La enseñanza de la Religión en tiempos de laicismo, Conferencia en el II Congreso Regional de Castilla y León de Profesores de Religión, Valladolid, 11 de Mayo de 2007, en: www.iglesianavarra.org-index /

[2] Ibídem.