Siete argumentos sobre el sentido de la Religión

Autor: Diego Quiñones Estévez

 

 

Advertencia: Todos estos argumentos, conducen a dar sentido pleno a la vida del hombre.

 

1º. Argumento teológico-metafísico: El hecho religioso, cuya máxima expresión es el monoteísmo, nos lleva siempre a una experiencia histórica de Dios a lo largo de todas las épocas, culturas y civilizaciones. La máxima expresión del monoteísmo es el Cristianismo, donde Dios no es una razón o logos amorfo en la Historia, sino la revelación de la experiencia personal de Dios que culmina en Cristo: “Y la palabra se hizo carne y habita entre nosotros” (Jn 1,14).
La Tradición de la Iglesia, ha sido maestra en la transmisión de Dios manteniendo viva la palabra de Dios, la Sagrada Escritura y la Doctrina de ella dimanada. Ni las herejías antiguas, ni las fotocopias actuales de las mismas que son las sectas que han atacado y atacan verdades de fe tan fundamentales como el misterio de la Santísima Trinidad, la encarnación y la resurrección, han logrado distorsionar su mensaje de salvación de Cristo. Impedir esta pedagogía de la verdad revelada, supondría condenar al olvido, cuando no a la destrucción, uno de los hechos religiosos más significativos de la Historia: el Cristianismo. En definitiva sería mutilar la dimensión teologal, la religación del hombre, que consiste en que éste va a Dios como sentido último de la vida y se lo encuentra siempre a medida que se realiza como persona. 

2º. Argumento de la Verdad de Dios: En la conciencia de todo hombre está Dios siempre como misterio real a descubrir. Ello posibilita que se vaya haciendo como persona en la vida porque Dios es donación-revelación universal por la encarnación y la resurrección de Cristo, que es la plenitud de la Verdad de Dios en persona. Verdad que nos hace libres porque se mantiene viva por el Espíritu de la Verdad en la Historia a través de la Iglesia de Cristo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí (Jn 14, 6). La Verdad de Dios y sobre Dios, no se puede decapitar o arrinconar en la sociedad porque es necesaria para descubrir las falsedades, las mentiras que han esclavizado y empobrecen al hombre. Por su religación, el hombre tiene una voluntad de verdad, de entrega intelectiva a Dios, partiendo siempre de su realidad personal.

3º. Argumento de la experiencia histórica de Dios: El carácter universal de la Historia viene dado porque en ella se manifiesta la verdadera experiencia histórica de Dios, es decir, la experiencia de la realidad de la persona, del hombre que se va haciendo diacrónicamente a imagen y semejanza de Dios. De aquí se deduce que no se puede entender la Historia ni las culturas nacidas en su seno sin las religiones, en particular, sin el Cristianismo. América, África, Asia, Oceanía, y sobre todo Europa, no se explican sin sus raíces cristianas donde la Iglesia Católica, ha marcado unas pautas morales, artísticas y de pensamiento incuestionables. Incluso la ultralaicista y jacobina Francia, no se podría entender sin la presencia histórica de la Religión, igual que en todos los países de la Unión Europea. La mayoría de los 455 millones de habitantes de Europa, se declaran cristianos. De ahí que sea necesario que se conozcan a fondo los errores y los aciertos históricos de la Religión cristiana en Europa, como también las persecuciones que ha sufrido por parte de los totalitarismos de izquierdas y de derechas. Ya va siendo hora de que se establezca un dialogo constructivo en igualdad de condiciones y de exigencias entre las ideas políticas y la Religión, entre la fe y la razón, para evitar malos entendidos y repetir viejas contiendas.

4º. Argumento de la experiencia social de Dios: El hombre viven en sociedad y tiene en ella, aunque sea atea, agnóstica o indiferente, una experiencia social de Dios. Desde la libertad del hombre, esta experiencia social adquiere, según las culturas y las épocas, diversas formas de sentir y pensar lo absoluto. El hombre religioso-social, siempre se ha implicado en el contexto sociopolítico en el que ha vivido para hacer un mundo más humano y de personas con sentido crítico, libres y creadoras de valores morales y éticos. La presencia social del Cristianismo se palpa en nuestra vida diaria. Las instituciones de la Iglesia Católica se involucran en los problemas diarios del hombre y de la mujer de nuestro tiempo: Cáritas, Manos Unidas, las misiones presentes en todos los continentes, la inculturación, la educación, etc. etc., La Iglesia, el Cristianismo, están indisolublemente unidos con nuestra sociedad, aunque se les ignore u olvide.

5º. Argumento de la experiencia personal de Dios: El hombre es siempre experiencia de Dios, como realidad fundamental en su vida. En esta experiencia el hombre se hace persona, es decir, su personalidad va creciendo con la experiencia cotidiana de Dios. Desde la experiencia de Dios alcanza la libertad en la realidad. Para los cristianos, el ejemplo supremo, es la vida humana de Cristo que vive la experiencia de Dios en el mundo, mostrándonos la universalidad y la intimidad con Dios. Como Cristo, el hombre, se ocupa y preocupa de Dios cuando se implica con la vida y con las personas. Ejemplo de ello también es toda la mistagogía de los místicos. Su experiencia personal de Dios es fruto de la conjunción de la vida contemplativa y de la vida activa, es decir, de un conocimiento interior-espiritual de Dios como consecuencia de su compromiso con los hombres de su tiempo. No podemos impedir el conocimiento de esta experiencia de Dios, cuyas cimas más elevadas en la cultura de todos los tiempos son nada más y nada menos que San Juan de la Cruz en la poesía mística, y Santa Teresa de Jesús en la prosa mística.

6º. Argumento pedagógico de Dios: La pedagogía de Dios está implícita en la educación integral, completa, es decir, aquella que se centra en todas las dimensiones que hacen crecer y madurar a la persona desde el punto de vista intelectual, físico, moral, ético y espiritual. La pedagogía de Dios es tan necesaria en los sistemas educativos como las demás pedagogías. El hecho religioso es un saber razonable, una realidad íntimamente ligada a otras realidades socioculturales de las personas. Para los cristianos católicos la pedagogía de Dios, no es algo transitorio sino que es algo primordial “para que participemos de su santidad” (Heb 12, 10-11), de la santidad de Dios, y de este modo, hacer un mundo más santo, más humano.

7º. Argumento de los derechos humanos: Todos los países han de cumplir la Declaración Universal de los Derechos Humanos(1948) de las Naciones Unidas que defiende los derechos y las libertades de los hombres y mujeres de todo el mundo, sin discriminación alguna. Uno de ellos es el derecho a la libertad de Religión y de educación: a) Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de Religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de Religión o creencia, así como la libertad de manifestar, su Religión o creencia, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia (Art.18); b)La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre las naciones y entre todos los grupos étnicos y religiosos(…)Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos(Art. 26).
Todas las constituciones democráticas siguen la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por eso defienden la presencia de la Religión en la vida pública y en la educación ya que los padres, las familias son los que tienen el derecho y el deber de elegir la educación moral y religiosa según sus convicciones morales, éticas, religiosas, pedagógicas y filosóficas.

Conclusión: Todos estos argumentos, nos demuestran el sentido que tiene la Religión en la cultura, en la vida y en la Historia del hombre.