Si amas a Jesús, ama también al embrión.

Autor: Diego Quiñones Estévez

 

 

¡Así es Jesucristo, hombre!:
Acerca tu alma a la luz
viva del Misterio de la Encarnación,
unión sublime de naturaleza divina
y de naturaleza humana, 
Jesús, única Persona divina del Verbo,
nuestro hermano, Dios y Señor nuestro.

Embrión humano, principio de vida,
así fue Jesucristo, Hijo único de Dios,
en el virginal seno de María, 
Dios verdadero y hombre verdadero,
engendrado, y no creado,
de la misma naturaleza que el Padre,
acogido con todo el amor
en la paternidad de San José. 

Si amas a Jesucristo, hombre,
ama también, cuida y protege
al embrión, ser humano, persona, como tú,
concebido por amor de una madre y un padre,
para ser siempre nuestro hijo y nuestro hermano 
en la gran casa de la Humanidad,
redimida por Cristo resucitado.

En el seno sagrado de María, siempre Virgen,
fue concebido Jesucristo
por la mano misteriosa del Espíritu Santo, 
y en el genético milagro
de la naturaleza humana de Jesús,
fue cigoto, mórula, blastocito, embrión, feto,
hasta nacer al mundo Niño, Niño Dios, Cristo,
en el amor eterno de la Sagrada Familia.