¿Vaticano o Santa Sede?
Autor: Padre Eduardo Barrios, S.J.

 

 

         El artículo, “Vaticano en el siglo XXI”, (Joaquín Roy, Perspectiva, agosto 4) contiene errores. Señalemos algunos solamente.

          Afirma que el Estado Vaticano no es de este mundo. No distingue Vaticano de Santa Sede. Ésta es una persona moral y jurídica que comprende al Romano Pontífice e instituciones de la Curia Romana. El Vaticano, muy de este mundo, le sirve al Papa como instrumento de independencia ante los poderes seculares.

          El autor parece concebir la Iglesia como una agencia publicitaria en busca de miembros. No se le ocurre que la Iglesia ya habría desaparecido si la mala prensa hiciese mella en los creyentes. Imposible explicar el crecimiento de católicos sin referencia a la providencia y gracia de Dios.      Descendiendo a detalles, dice que la oferta católica atrae a los desfavorecidos, pues sus precariedades serían sólo temporales. Más debería atraer a los ricos, pues sus bonanzas también son temporales.

          Llama derechista a Juan Pablo II en comparación con Juan XXIII. Ignora lo muy conservador, en buen sentido, que era el buen Papa Juan.      Acierta el Sr. Roig cuando cita que “los cambios del Vaticano II en nada cambiaron la esencia del Catolicismo”. Así es. La Iglesia nunca ha cambiado en su esencia; por eso es apostólica, enraizada en Jesús y sus Doce Apóstoles.

          Pifia cuando afirma que, según los católicos, “los ortodoxos y los protestantes no son iglesias y que estarían fuera de los beneficios de la gloria eterna”. La Congregación para la Doctrina de la Fe, en documento aprobado por el Papa el pasado 11 de julio, enseña que los ortodoxos sí son Iglesia, pues tienen el sacerdocio y la sucesión apostólica; los protestantes, en cambio, no son Iglesia, pero sí comunidades eclesiales que gozan de elementos de santificación y de verdad, y por tanto cuentan con medios de salvación. Los no católicos no están totalmente equivocados, y fieles a su conciencia y fe logran salvarse.

 

El autor es un sacerdote jesuita.

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