Fragmentos de Dios 

Autor: Eduardo Orellana

 

 

“¿De qué está hecho Dios?” mi hija, con ansia, un día me preguntó.
“Dios está hecho de pedazos de ayer, hoy y siempre”, le respondí, “de retazos del amor eterno que entrega una madre a su hijo, o del cariño sin palabras, de un –a veces– incomprendido padre.

Dios está hecho de oraciones exclamadas con el alma pero pocas veces lanzadas hacia afuera con la boca.
Dios está hecho de saltamontes que de pronto llegan a tus pies, de plantas que crecen discretamente en el silencio, del testimonio mudo e inamovible de una simple roca, de todo lo que vemos o no vemos, pero que ES”

“Dios está hecho de colores que se visten en la naturaleza, de recuerdos, de presentes y esperanzas que habitan en ti, de perros cariñosos que con lealtad aguardan siempre a su amo, de suplicantes suspiros del enfermo que lucha por vivir.”

“¿Pero, de qué está hecho Dios? no alcanzo a comprender”, ella insistió.
“Dios está hecho de sonrisas plasmadas en los amaneceres de cada día, del canto de pájaros, risas de niños o
gritos tirados al viento.
Dios también está hecho de sombras de aquellos a quienes amamos pero que están cercanamente tan distantes de uno.

A Dios lo puedes sentir cuando abrazas con desesperación al vacío pero también cuando sientes que ese hueco entre tus brazos fue colmado con un rayo travieso del Sol.
Hay fragmentos de Dios en cada rosa que solemos entregar, o en cada gota de sudor que escurre tras el trabajo
cotidiano.
Hay Dios en el mar que con gran estruendo viene y vuelve a irse, o en el escapar del tiempo entre nuestras manos, cual si fuera agua.

Dios está también en tu mirada y en la mía, en ese resplandor que demuestra que en todo hay esperanza, alegría, dolor y vida.
Dios lo puedes fragmentar en caricias y entregas apasionadas de amor, en religión expresada a base de pensamientos sanos y no de ritos con rigor.

Pero, por sobre todo, Dios está en ti y en mí…
y en ese sentirte viva y con ganas de amar, llorar y sonreír…
Dios es, hija mía, Todo…¡y en realidad no lo puedes dividir!”