Tiempo perdido

Autor: Eduardo Orellana

 

 

¿Cuál es el tiempo perdido...?
Es aquel en el cual no nos entusiasma ya nada
ni disfrutamos tampoco de nada, ni amamos a nadie.


Tiempo perdido es...


aquel en el cual cruzamos por un lugar o un momento

sin tener plenamente conciencia de ello por estar
siempre añorando al otro tiempo; al ya muerto,
o preocupándonos por aquel que no ha nacido.


Tiempo perdido es...

aquel en el cual no se aprende ya nada, ni damos nada,
ni esperamos nada de nadie, aquel que construimos con

mil esperanzas amortajadas o tan sólo un intento fallido.


Tiempo perdido es...

aquel en el cual nos culpamos de todo, odiarnos a todos

y sufrimos de todo, permitiendo que un estúpido miedo
o un abrupto enojo nos convierta en un individuo vencido


Tiempo perdido es...

aquel que, de repente y sin darnos cuenta, ya se ha ido

por guardar avariciosamente una espontánea sonrisa,
un dulce "te quiero", un esperado perdón o un olvido.


Tiempo perdido es...
aquel en el cual nunca nos atrevemos a hacer nada

por el miedo a perderlo todo o para evitar esa burla de
pretender cambiar lo que es inmutable o prohibido.


Tiempo perdido es...
aquel en el cual nos decidimos a guardar tras un armario
el respeto a los demás o a nosotros mismos y en el que,
además, cínicamente gritamos: "¡que bien a mí me ha ido!".


Tiempo perdido es...

aquel que se aparece en el umbral de nuestra muerte
y al cual le echamos la culpa de todo lo que fallamos
o de la mala suerte, en vez de reconocer que a Dios
lo pusimos siempre de lado y en un lugar escondido.



Tiempo perdido es -y será-
aquel que, tú y yo, permitamos que siga fluyendo
sin mayor conciencia, amor o esfuerzo, evitando
de esa forma que nuestro ser pueda al 100% vivirlo.